Guía cofrade: Monte (373)

Prosigue la Guía Cofrade de El Correo para saber de la Semana Santa sevillana tanto como los especialistas de El Correo de Andalucía

24 feb 2018 / 08:00 h - Actualizado: 24 feb 2018 / 10:25 h.
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  • Monte de lirios morados al pie de la cruz del Cristo de la Buena Muerte de Los Estudiantes. / El Correo
    Monte de lirios morados al pie de la cruz del Cristo de la Buena Muerte de Los Estudiantes. / El Correo

En los pasos, bajo los pies del Señor o en la base de la cruz de su martirio, es común encontrar lo que en Sevilla se conoce como el monte. En los pasos de misterio donde se puede encontrar, que no son todos, sirve como elemento de resalte de la figura de Jesús, que de ese modo queda elevado en el centro del paso o bien en su ubicación dentro del conjunto iconográfico del misterio, diferenciado de ese modo del resto de las imágenes y colocado de modo que los candelabros de las esquinas no dificulten su contemplación. Sucede, por ejemplo, con Jesús de las Penas de la Estrella, que pese a presentar al Hijo de Dios en actitud orante sentado en la peña, su figura cobra relevancia entre otras razones gracias a esta elevación, decorada con flores. En otras composiciones, como el misterio de la Milagrosa, ese recurso para destacar la figura principal es puramente arquitectónico: un puente. Y bajo los crucificados es costumbre también colocar un monte de flores que hace las veces de Gólgota embellecido: se puede ver en la fotografía, con el impresionante Cristo de la Buena Muerte de Los Estudiantes sobre lirios morados. En algunos pasos, el monte es de corcho o de madera tallada, en imitación de la orografía del lugar de la crucifixión; asimismo, la costumbre de tiempos de Franco de que dicho monte fuese una alfombra de claveles rojos, para conformar un colorido patriótico con el dorado de las canastillas, ha ido variando y enriqueciéndose con un sinfín de especies vegetales, de tal modo que uno de los motivos de expectación, llegada la Semana Santa, es ver con qué composiciones florales sorprenden cada año las distintas cofradías, tanto por su disposición como por las plantas elegidas.