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La Virgen de la Encarnación de San Benito (la ‘Palomita de Triana’), en una imagen de detalle. / El Correo
¿Por qué la Señora de La Calzada (de la calzá), la Virgen de la Encarnación de la Hermandad de San Benito se llama Palomita de Triana? ¿Cómo puede ser que la Reina de la calle San Benito tenga un sobrenombre que alude a un barrio varios kilómetros distante? El 18 de julio de 1554 el Arzobispado de Sevilla aprobó las primeras reglas de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Sangre y Nuestra Señora de la Encarnación, con sede en el monasterio franciscano de Nuestra Señora de la Victoria, del barrio de Triana. Tras una breve estancia en la parroquia de Santa Ana, hacia 1565 sus cofrades compraron un solar en la cava vieja. En 1792 la capilla sufriría las graves consecuencias de la riada que afectó a Triana y que produjo el desplome de sus pilares y techumbres. Será en el año 1868 cuando la hermandad volvería a resurgir celebrando incluso una procesión con la imagen de la Virgen de la Encarnación de gloria, pero en ese mismo año la Junta revolucionaria decreta el cierre al culto de la capilla, que sería derruida en 1874, siendo trasladada la imagen del Cristo a un pueblo de la provincia, mientras que la de la Virgen pasó en 1875 a la iglesia de San Benito. Este hecho constituye el fin de la etapa trianera de la hermandad y el comienzo de la devoción a la Virgen dolorosa en el barrio de La Calzada. El apodo popular –Palomita de Triana– era debido a que la Virgen de la Encarnación procesionaba en un palio con una paloma de plata en su techo de palio. En el año 2004, el compositor Francisco José Escobar compuso la marcha Palomita de Triana, que es habitual escuchar cada Martes Santo tras el palio de esta Virgen de la Encarnación de origen trianero.
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