Guía cofrade: Pontificia (158)

Las hermandades pontificias ostentan ese título por su especial vinculación a un Papa determinado

18 may 2017 / 06:56 h - Actualizado: 18 may 2017 / 08:14 h.
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  • La bandera pontificia, en los tramos de la hermandad del Calvario. / José Manuel Cabello
    La bandera pontificia, en los tramos de la hermandad del Calvario. / José Manuel Cabello

Las hermandades pontificias ostentan ese título por su especial vinculación a un Papa determinado o por su alto compromiso con las directrices de cierto Pontificado. Es el Sumo Pontífice quien, tras la petición efectuada por la corporación, concede o no la distinción. En caso afirmativo, esa respuesta se plasma en una bula papal. El título de Pontífica iba aparejado, tiempo ha, a la vinculación de esa congregación con alguna de las basílicas más importantes de Roma. Merced a esa agregación, la hermandad solía disponer de las indulgencias y gracias de ese templo.

El carácter de pontificia se representa en los escudos de las corporaciones que lo poseen con una mitra o un tiara papal y dos llaves, que simbolizan la potestad que dio Cristo a Pedro. Estos tres atributos se reflejan siempre en el escudo del Papa que en cada momento rige los designios de la Iglesia –el actual Papa Francisco tiene de nombre secular Jorge Bergoglio y en su escudo, entre otros elementos, refleja la orden a la que pertenece, la Compañía de Jesús–.

Las cofradías que tienen el citado título incluyen una bandera pontificia en su cortejo. Se trata de una de las insignias más destacadas por su valor patrimonial, pues llevan el escudo del Papa vinculado a esa hermandad bordado con oro y plata sobre el paño, que está divido verticalmente en dos mitades, correspondientes a los colores de la bandera de la Ciudad del Vaticano: amarillo y blanco. Como remate de la pértiga, suele utilizarse una pieza de orfebrería repujada de forma profusa y en la que se representa la mitra y las llaves de San Pedro.

En Sevilla, son muchas las hermandades que ostentan ese privilegio como el Gran Poder, la Quinta Angustia, Pasión, Montserrat y Monte-Sión, por citar sólo a algunas.