Guía cofrade: Rogativas (453)

Prosigue la Guía Cofrade de El Correo para saber de la Semana Santa sevillana tanto como los especialistas de El Correo de Andalucía

16 may 2018 / 09:58 h - Actualizado: 16 may 2018 / 10:00 h.
"Cofradías","Guía cofrade"
  • Rogativa por falta de lluvias del Santo Crucifijo de San Agustín, ante el Ayuntamiento de Sevilla, 1737. / El Correo
    Rogativa por falta de lluvias del Santo Crucifijo de San Agustín, ante el Ayuntamiento de Sevilla, 1737. / El Correo

Las rogativas son oraciones públicas hechas a Dios para conseguir remedio en una grave necesidad, pedir la conservación de los bienes de la tierra y la gracia de estar libres de los azotes y desgracias. Generalmente consistían en procesiones que se hacían dentro o fuera del templo con carácter de penitencia y propiciación para la agricultura, acompañadas del rezo de letanías. Litúrgicamente fueron establecidas por la Iglesia para ser rezadas o cantadas en ciertas procesiones, probablemente en el siglo IV, aunque no se fijaron las fechas de su celebración hasta el pontificado de San Gregorio Magno en el año 590. Tenían lugar dos veces en el año: en la festividad de San Marcos, las denominadas rogativas o letanías mayores, y, en los tres días anteriores a la Ascensión, las conocidas como rogativas o letanías menores. Además, con carácter extraordinario, el papa y los obispos podían prescribirlas en cualquier época del año en calamidades y necesidades públicas perentorias. De esta forma, en la creencia de que un cristo, una virgen o un santo podía hacer llover, se sacaba la imagen del templo en solemne procesión para que, al contemplar de cerca la calamitosa situación de los campos, decidiera apiadarse de ellos y ponerles remedio. En Sevilla una de las últimas procesiones de rogativas que se recuerdan la protagonizó la hermandad del Cachorro en el año 2010, cuando el Crucificado de Ruiz Gijón recorrió en solemne viacruis las calles de su barrio para pedir que cesaran las calamidades en Haití, pueblo que fue azotado por un catastrófico terremoto el 12 de enero de ese mismo año. También la Virgen de los Reyes ha salido en varias ocasiones en procesión de rogativas, la última de ellas el 16 de enero de 1993, cuando la Patrona recorrió sin su palio de tumbilla los alrededores de la Catedral en rogativas por la lluvia.