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Altar de Triduo de la Virgen del Subterráneo (hermandad de La Cena).
Hace algunas semanas esta caudalosa Guía Cofrade se ocupó del término Cultos, mucho más genérico que Triduo. En todo caso, el primero engloba al segundo, pero este, por su especificidad y por su proliferación en tiempo cuaresmal merece una mención aparte. El Triduo Pascual es el periodo de tiempo en el que la liturgia cristiana católica y no católica conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret, y constituye el momento central de la Semana Santa y del año litúrgico. Es posible que el término Triduo sea uno de los que con más satisfacción invoquen los cofrades, sabedores de que este es sinónimo de vísperas. De hecho, en sentido estrictamente religioso, el Triduo Pascual comprende desde la tarde del Jueves Santo, cuando concluye la Cuaresma, hasta la madrugada del Domingo de Pascua, en que empieza el tiempo pascual. La expresión, pese a estar popularizada, es relativamente reciente, pues no se remonta más allá del año 1930. A finales del siglo IV San Ambrosio hablaba de un Triduum Sacrum para referirse a las etapas históricas del misterio pascual de Jesús que durante tres días et passus est, et quievit et resurrexit. San Agustín utilizó una expresión parecida, Sacratissimum Triduum, para indicar los tres días de Cristo en los que fue crucifixi, sepulti, suscitati. Sin embargo, el concepto de Triduo no solo abarca los días centrales de la Pasión, siendo un término empleado por igual en la época precuaresmal como en la posterior. De hecho, la agenda del tiempo de glorias es especialmente rica en este tipo de citaciones cofrades, acogiéndose así las hermandades al significado puramente lingüístico del término; del latín, triduum, esto es, espacio de tres días. Siendo algo más clarificadores en el uso de la palabra, nuestro triduo cofrade serían todos aquellos ejercicios devotos que se practican durante tres días.