-
La Giralda es la veleta principal de la ciudad de Sevilla. / J.M. Paisano
¿Cómo sería Sevilla y la Semana Santa sin sus veletas? ¿Sería la misma sin su atenta mirada y permanente vigilancia?
Hagamos un breve recorrido por nuestra ciudad y la Semana Santa a través de sus veletas.
Antes de nada, qué dice el diccionario sobre veleta: «Pieza metálica generalmente de forma de flecha que, colocada en lo alto de un edificio, gira señalando la dirección del viento».
En nuestra ciudad son muchas y muy variadas, que situadas en iglesias, capillas, conventos, hospitales, palacios y otras construcciones, se convierten en espectadoras mudas y notarios de todo lo que acontece, y al mismo tiempo dibujan una frontera natural con el intenso azul que envuelve estos días nuestra querida Sevilla.
Podemos presumir los sevillanos de disfrutar de una importante variedad de veletas, desde una simple flecha de hierro girando alrededor de una pieza principal y que termina en una sencilla cruz, testimoniando en su modestia la fe cristiana; hasta la más majestuosa por lo que es y representa: la Giralda, símbolo principal de la fe cristiana.
Todas las veletas, están sin quererlo, estratégicamente situadas y bajo su imperturbable figura, vigilan la vida de nuestras cofradías y hermandades, como es la de la capilla de la Vera-Cruz, que data y así se indica en la misma del año 1.677 y donde en su banderín figura las iniciales IHS de Jesus Horminun Salvator, o como la que preside la capilla del El Silencio, y que nos remonta al año 1.730 girando alrededor de una Cruz latina barrocamente adornada.
En sus presencias a través del viento, destaca también la veleta de la Antigua Fábrica de Tabaco y actual sede de la hermandad de los Estudiantes. También es curiosa la veleta llamada del angelito, nombre que recoge de su diseño y que se encuentra instalada en la capilla de los Negritos y donde sale la hermandad del mismo nombre.
También es digno de destacar una veleta especial: la situada en el torreón de la capillita de la Virgen del Carmen, en el inicio de puente que une Triana y Sevilla. Su propia composición: la bola de la base, su pararrayos, su peculiar flecha y especialmente su distinguido personaje, que con su sombrero, su farol y su lanza, se convierte en testigo indiscutible de todas las hermandades que deben atravesar el puente para cumplir su estación de penitencia.
Pero de todas las veletas entroncadas en nuestra Ciudad, viviendo y disfrutando de la misma, la referencia, la principal, la capitana de las veletas, por encima de todas las veletas, es la Giralda. Testigo muda y fiel notario de todo lo que ocurre en nuestra ciudad, palco principal de la Carrera Oficial y protagonista indiscutible en esta estación de penitencia que bajo su entrañable mirada, da la venia a todas las hermandades de Sevilla que hacen su entrada a la Catedral por la Puerta de Palos y les dice adiós en su recogida por la Plaza Virgen de los Reyes.