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La presentación ha corrido a cargo del ecónomo diocesano, Alberto Benito, y el Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo.
La Archidiócesis de Sevilla ha presentando este lunes su balance de cuentas correspondiente al año 2015 en el que destaca un importante crecimiento de las aportaciones que las hermandades y cofradías realizan a la bolsa del Fondo Común Diocesano. En conjunto, la cantidad total aportada supone un amento del 89 por ciento con respecto al ejercicio 2014.
El pasado año, las hermandades contribuyeron con 106.205 euros a esta partida, frente a los 56.192 euros del ejercicio anterior. También se ha alcanzado una cifra mayor de las cofradías que aportan una cantidad económica a este fondo común, que ha pasado de las 41 del año 2014 a las 78 hermandades de 2015, lo que supone un 13,49 por ciento del conjunto total de cofradías de la Archidiócesis.
El arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, señaló que, aunque los datos siguen siendo bajos, «algo se ha conseguido». Además mostró su confianza en que «en algún futuro no muy lejano» las hermandades aporten más a un fondo que «es totalmente obligatorio». Por ello, y en virtud de los que recogen las nuevas Normas Diocesanas, recordó que será el, oído el parecer del consejo económico, quien establezca en breve y por decreto «el porcentaje indicativo» que las hermandades deberán aportar.
En casos concretos, la hermandad de la Macarena fue la que más aportó al Fondo Común Diocesano en 2015 con una cantidad de 10.000 euros. Le siguieron las hermandades de San Pablo (7.775,70 euros), el Amor (7.042 euros), San Gonzalo (5.500 euros) y el Gran Poder (5.000 euros). Con respecto a las cofradías de la provincia, la de la Amargura de Carmona fue la que más aportó con 1.771,21 euros.
Al respecto, Asenjo advirtió tener «la impresión de que las hermandades van a ser más receptivas». Aún así reconoció que en estos años ha faltado «persuasión y trabajo» por parte de la Archidiócesis. También dejó clara su postura sobre aquellas hermandades que siguen sin aportar al fondo. «No voy a mandar a la Policía a quien no colabore con la Iglesia Católica, bastante desgracia tiene ya. No me voy a vengar de nadie, voy a acudir a sus fiestas y a coronar a su Virgen. Pero tengo la impresión de que vamos creciendo en eclesialidad», concluyó.