La devoción que Sevilla regaló al mundo

Muchos puntos de la geografía sevillana celebraron ayer el aniversario simbólico del inicio de la iconografía de la Divina Pastora que desarrolló el recordado fray Isidoro

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
25 jun 2017 / 10:10 h - Actualizado: 25 jun 2017 / 11:47 h.
"Cofradías","Desde la bulla"
  • <p>Para la historia</p><p>La imagen de la Divina Pastora de Santa Marina visitó San Gil en mayo de 2003. / Foto: El Correo</p>

    Para la historia

    La imagen de la Divina Pastora de Santa Marina visitó San Gil en mayo de 2003. / Foto: El Correo

  • <p>La Corza</p><p>El Sagrado Corazón de la parroquia del Reposo procesionó ayer por segundo año consecutivo. / Foto: M.G.</p>

    La Corza

    El Sagrado Corazón de la parroquia del Reposo procesionó ayer por segundo año consecutivo. / Foto: M.G.

  • La devoción que Sevilla regaló al mundo
  • <p>Triana</p><p>Procesión de las santas Justa y Rufina desde el asilo de Consolación, en la avenida de Coria. / Foto: M.G.</p>

    Triana

    Procesión de las santas Justa y Rufina desde el asilo de Consolación, en la avenida de Coria. / Foto: M.G.

Divina Pastora

Ayer 24 de junio –amén de la festividad de San Juan Bautista (felicidades atrasadas a los juanes y juanas)– en muchos puntos de la geografía sevillana se celebró el aniversario simbólico del inicio de la iconografía de la Divina Pastora. Existen varias imprecisiones a consecuencia del excesivo romanticismo y determinadas circunstancias que no terminan de corresponderse con la historia de esta devoción que Sevilla regaló al mundo. En 1703 llega a la ciudad fray Isidoro de Sevilla, religioso de la orden capuchina al que se le encomienda dirigir un rosario, de los tantos que había en aquella época, que salía de la iglesia de San Gil. El religioso concibe una iconografía o título de la Virgen con dos características muy concretas: un atractivo que conecta con todas las clases sociales y una representación que es un compendio mariano de toda la vida de la Virgen y de las distinciones terrenales y celestiales. Todo ello es necesario para entender que hablar de la Divina Pastora como visión o aparición momentánea se queda vacío. El propio fray Isidoro reconoce que la Divina Pastora fue «una ocurrencia» que fue desarrollando a lo largo del tiempo. Así el 24 de junio se coloca como referencia pero realmente no es hasta el 8 de septiembre cuando completa esta iconografía con la presentación del cuadro primitivo de la Pastora en la Alameda. Por esto lo que ocurrió en el coro bajo del convento no puede entenderse sin ese tiempo de preparación teológico. De ahí que su nacimiento no puede ceñirse a una fecha o lugar concreto, ya que es fruto de un proceso. Mucho menos teniendo en cuenta que la comunidad capuchina del momento no cobija esta nueva representación de María hasta 1780, treinta años después de la muerte de fray Isidoro. Ello obliga al religioso a desarrollar su labor pastoral en torno a la Divina Pastora con el grupo de fieles que asistía al rezo del rosario en San Gil, siendo éste el germen pastoreño que luego tomaría forma el 23 de septiembre con la fundación de la hermandad de la Divina Pastora de Sevilla, hoy de Santa Marina. Además el reconocido capuchino Juan Bautista de Ardales establece en sus escritos de 1949 la visión de la Pastora en el convento y, por otro lado, en una fotografía escribe en el pie de foto «Santa Marina, cuna de la devoción a la Divina Pastora». Llegados a este punto, hay que plantear la siguiente reflexión: ¿qué es la cuna? ¿La casa donde uno nace o donde se cría? ¿Se puede considerar cuna de algo un sitio que hasta sus nietos no ha podido vivir nadie? Juzguen ustedes mismos.

Hace 25 años

... claveles blancos en San Lorenzo

Ocurría en la víspera de San Juan. En aquella tarde calurosa se abrían las puertas de San Lorenzo para despedir –por unos días– a la Virgen del Dulce Nombre. Iba a participar en la exposición Los esplendores de Sevilla, que se organizaba en la iglesia del Divino Salvador coincidiendo con la Exposición Universal del 92. Bulla de Semana Santa ante este palio del Martes Santo y, como novedad, claveles blancos en las jarras. No era un capricho. Al parecer no se encontraron del color rosa habitual y solo un ramo colocado a los pies de la Virgen recordaba la tradición de esta cofradía. Desde el otro lado del río, otro palio –de cajón– se acercaba también al centro. También sorprendía con un exorno inusual: curiosamente claveles en rosa intenso. La Virgen de la Victoria recorría «a tambor» las calles con mayor tráfico. Las crónicas del momento destacaban que «en contra de lo previsto» ambos traslados contaron finalmente con acompañamiento musical: la Oliva de Salteras y las Nieves de Olivares, respectivamente. La primera en llegar al Salvador fue la Virgen del Dulce Nombre. Hora y media más tarde, según recogen los periódicos del momento, lo hacía la dolorosa de las Cigarreras. La céntrica plaza ofrecía entonces una imagen más propia de Semana Santa que del mes de junio. Al día siguiente, un 25 de junio, quedaba inaugurada una muestra en la que también participaron los pasos del Cristo del Amor, Pasión, el misterio de la Exaltación y el misterio de San Benito. De las columnas colgaban estandartes y banderas de las hermandades. El visitante, entre los que estuvo el Rey Juan Carlos I, se llevaba la visión de una mañana de capilleo en pleno verano. (Stop) A falta de palios, buenas resultaron ayer las procesiones del Corazón de Jesús de la Corza y del Inmaculado Corazón de María de Heliópolis y Torreblanca (Stop).

SUENA EL MARTILLO

1.- Las santas Justa y Rufina que cincelara Manuel Martín Nieto siguen calando en Triana. Se pudo comprobar ayer en la procesión que realizaron por el arrabal.

2.- El Consejo de Cofradías de Sevilla estuvo representado anoche en la procesión Magna de Cádiz por medio de su secretario, el macareno Carlos López Bravo.

3.- El IAPH sigue apostando por el patrimonio de las hermandades. Ahora restaurará el manto de tisú y plata de la Virgen de Valme de Dos Hermanas.