Hermandad sevillana del Jueves Santo radicada en la parroquia de la Magdalena donde tiene capilla propia. Tiene un solo paso en el que se representa la Virgen contemplando a su hijo mientras que es descendido de la cruz. Tiene como titulares a Jesús Descendido de la Cruz, atribuido a Pedro Roldán; la Virgen de la Quinta Angustia obra de Vicente Rodríguez Caso y al Dulce Nombre de Jesús, una talla del niño Jesús obra de Jerónimo Hernández que procesiona en el corpus de la parroquia y que hasta el siglo XIX procesionaba en un paso alegórico. Los nazarenos elegantemente vestidos de túnica y capa morada llenan el Jueves Santo de un carácter de otros tiempos.
El cortejo es abierto por una cruz parroquial velada como signo del luto que preside la jornada. La hermandad fue fundada en el antiguo Convento del Carmen, aunque antes de terminar en la parroquia de la Magdalena tuvo un periplo por diversos templos, como el Sagrario, Santa Cruz, San Buenaventura. Dentro del misterio, Nicodemo, San Juan Evangelista, José de Arimatea y las tres Marías son obras salidas del taller de Pedro Roldán. La canastilla del paso fue diseñada por el hermano Cayetano Sánchez Pineda, académico de Bellas Artes, en el año 1900; está realizada en bronce, ébano, caoba y palo de rosa. Los moldes de las esculturas las realiza el escultor Emilio Bartolomé y el tallador José García Roldán, contratándose la fundición de las piezas de bronce a los talleres de Barcelona de Masriera y Campins. Se estrena en la Semana Santa del año 1904. El llamador, que representa un dragón rampante, lo realizó el consiliario de la hermandad y catedrático de escultura, Joaquín Bilbao. Los faroles del paso, están inspirados en los de la nao capitana del almirante Strozzi y que allá por 1582 se convirtiera en preciado botín para Álvaro de Bazán, en la batalla de las Azores (el fanal original se encuentra en el Museo Naval de Madrid). Digna de ver en varios puntos de su recorrido, su itinerario de vuelta resulta más atractivo que el de ida –sobrecoge su paso por el Postigo y el entorno de Molviedro hasta su entrada–, destacando varios puntos dentro del cortejo como la cruz velada que lo abre o el lábaro de San Juan, así como las cruces arbóreas que portan los penitentes.
Hermandad sevillana del Jueves Santo radicada en la parroquia de la Magdalena donde tiene capilla propia. Tiene un solo paso en el que se representa la Virgen contemplando a su hijo mientras que es descendido de la cruz. Tiene como titulares a Jesús Descendido de la Cruz, atribuido a Pedro Roldán; la Virgen de la Quinta Angustia obra de Vicente Rodríguez Caso y al Dulce Nombre de Jesús, una talla del niño Jesús obra de Jerónimo Hernández que procesiona en el corpus de la parroquia y que hasta el siglo XIX procesionaba en un paso alegórico. Los nazarenos elegantemente vestidos de túnica y capa morada llenan el Jueves Santo de un carácter de otros tiempos.
El cortejo es abierto por una cruz parroquial velada como signo del luto que preside la jornada. La hermandad fue fundada en el antiguo Convento del Carmen, aunque antes de terminar en la parroquia de la Magdalena tuvo un periplo por diversos templos, como el Sagrario, Santa Cruz, San Buenaventura. Dentro del misterio, Nicodemo, San Juan Evangelista, José de Arimatea y las tres Marías son obras salidas del taller de Pedro Roldán. La canastilla del paso fue diseñada por el hermano Cayetano Sánchez Pineda, académico de Bellas Artes, en el año 1900; está realizada en bronce, ébano, caoba y palo de rosa. Los moldes de las esculturas las realiza el escultor Emilio Bartolomé y el tallador José García Roldán, contratándose la fundición de las piezas de bronce a los talleres de Barcelona de Masriera y Campins. Se estrena en la Semana Santa del año 1904. El llamador, que representa un dragón rampante, lo realizó el consiliario de la hermandad y catedrático de escultura, Joaquín Bilbao. Los faroles del paso, están inspirados en los de la nao capitana del almirante Strozzi y que allá por 1582 se convirtiera en preciado botín para Álvaro de Bazán, en la batalla de las Azores (el fanal original se encuentra en el Museo Naval de Madrid). Digna de ver en varios puntos de su recorrido, su itinerario de vuelta resulta más atractivo que el de ida –sobrecoge su paso por el Postigo y el entorno de Molviedro hasta su entrada–, destacando varios puntos dentro del cortejo como la cruz velada que lo abre o el lábaro de San Juan, así como las cruces arbóreas que portan los penitentes