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«La Semana Santa ha crecido en personas y ha perdido en civismo»

Juan Carlos Cabrera. Delegado de Fiestas Mayores. El responsable de garantizar la seguridad en la Semana Mayor pide a Dios que el balance de la que se avecina sea como la del año pasado donde, a pesar de algunas críticas, no hubo que lamentar incidencias

19 mar 2017 / 08:30 h - Actualizado: 19 mar 2017 / 08:31 h.
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  • Juan Carlos Cabrera afronta su segunda Semana Santa como delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores. / Jesús Barrera
    Juan Carlos Cabrera afronta su segunda Semana Santa como delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores. / Jesús Barrera

Reconoce que el arzobispo le ha hecho un favor «a la ciudad y a las propias hermandades» constriñendo los actos de culto externo a los límites de la feligresía y anuncia algunas medidas novedosas para mejorar la seguridad en Semana Santa.

—¿Qué balance hace del dispositivo de seguridad del año pasado, que tanto dio que hablar?

—La nota fue alta, y no lo digo sólo yo. No hubo nada que destacar desde el punto de vista de algún incidente o alguna desgracia, que es lo verdaderamente importante en materia de seguridad cuando se celebra algún gran evento en la ciudad. El balance fue positivo, lo que no significa que hayamos analizado las medidas que se adoptaron y planteemos las mejoras que debiéramos implementar para perfeccionar nuestra Semana Santa y lograr al menos –y es lo que pido a Dios– el mismo resultado del año pasado.

—Esa primera impresión del público enjaulado entre vallas y de cofradías discurriendo por calles semivacías causaron un gran impacto...

—Sí. Dio la casualidad que justo en la primera foto que salió de las medidas adoptadas las personas estaban más alejadas de lo conveniente de la procesión. Desde el punto de vista de la seguridad podría ser perfecta, pero no para lo que requería ese cruce para que las hermandades discurrieran con total normalidad. Ese mismo día se corrigió. Yo mismo, en persona, estuve en ese cruce para corregirlo. Y este año, dentro del balance de la necesaria autocrítica, ya tenemos dispuesto un sistema que no va a permitir que aleatoriamente se vayan cambiando las vallas de sitio a criterio del responsable de ese dispositivo en ese momento dado, sino que van a estar debidamente señalizadas para que ese dispositivo no sufra ningún tipo de modificación y que estén dispuestas como queremos, que es con cercanía, pero evidentemente dando lugar a que pase la cofradía con recogimiento y con todas las garantías para su cuerpo de nazarenos y para sus pasos en estos cruces. De esta forma, señalizaremos en el suelo la distancia adecuada a la que deban ir las vallas.

—Vallas, calles aforadas... ¿Estos son los imperativos de la seguridad del siglo XXI para un acontecimiento de masas como es la Semana Santa o acaso los sevillanos nos hemos olvidado de cómo presenciar cofradías?

—Hay dos elementos. Hemos crecido en número de personas viendo cofradías en las calles y al mismo tiempo hemos perdido en civismo, en educación y en el comportamiento que teníamos cuando estamos viendo pasar una cofradía. De lo que era una bulla hemos pasado a una masa. En ese cruce del que me habla hemos visto imágenes de otras Semanas Santas en las que una hermandad no podía discurrir y los nazarenos eran llevados en volandas por la masa y desplazados. Ésa no es la Semana Santa, sino que había que cuidarla. De ahí que el año pasado se adoptaran medidas de seguridad que permitían tener vías de evacuación expeditas para vehículos de emergencia próximas a los tres cruces más conflictivos (el Postigo, Argote de Molina y la Cuesta del Rosario) y que dieron como resultado que pudiéramos sacar de la Carrera Oficial a dos personas infartadas. Esos elementos son ya propios de una seguridad del siglo XXI en un acontecimiento donde se da una concurrencia de tantas miles de personas en el paso de esos cruces.

—¿Cuáles serán las principales novedades de la segunda Semana Santa de la era Espadas?

—Instalaremos un mayor número de cámaras de seguridad. Vamos a retranquear todos los puestos ambulantes y mobiliario urbano que puedan constituir un obstáculo para posibles evacuaciones en un doble eje: desde el puente de Triana hasta Reyes Católicos y desde la Encarnación hasta la plaza Jerónimo de Córdoba. Los puestos no se van a eliminar pero sí se van a echar más atrás para los acerados. Y luego vamos a señalizar de una forma más clara dónde tenemos esas vías de evacuación. Y seguiremos reforzando hasta diecisiete anillos o cruces importantes para que podamos gozar de todas las ventajas en materia de seguridad y contribuir al cumplimiento horario de las hermandades, como así ocurrió en la Madrugada. Vamos a intentar eliminar el mayor número de rótulos luminosos en los recorridos para guardar un mayor decoro en la Semana Santa. Vamos a seguir ampliando dónde tenemos que eliminar más veladores de algunos bares que en determinados horarios pueden afectar al recorrido de las hermandades y vamos a mantener todas las medidas de seguridad que ya se aplicaron en la Madrugada respecto a no ampliar los horarios de cierre de determinados establecimientos y también en el entorno de las setas, con el mismo especial celo que el año pasado.

—¿Le han trasladado las hermandades alguna nueva prioridad en materia de seguridad respecto al año pasado?

—No. El año pasado ya hicimos algo bueno, que era que llevaran el GPS instalado en cada hermandad. Además, sacamos una aplicación que permitía a las propias hermandades revisar su itinerario y con la suficiente antelación nos fueran señalizando obstáculos, incidentes, ramas de árboles e incluso mobiliario urbano. Esa aplicación nos ha servido para mantener un comunicación más efectiva con las hermandades vía Cecop hasta momentos antes de salir.

—¿Habrá más agentes en las calles?

—Vamos a celebrar próximamente la junta local de seguridad, presidida por el delegado del Gobierno de Andalucía y el alcalde, y será ahí donde se haga balance del dispositivo que cada administración va a aportar. Por parte del Ayuntamiento ya el año pasado se hizo un esfuerzo histórico por sacar el mayor número de policías locales disponibles por franjas horarios y vamos a seguir manteniendo ese esfuerzo.

—También se anunció la intención de reforzar el dispositivo de la vísperas...

—Sí. Ya fue novedad el año pasado, en que tenían un plan de movilidad. Había una grúa siempre permanentemente horas antes incluso de la salida de estas hermandades. Controlamos desde el punto de vista de la seguridad y la movilidad todo el itinerario de las vísperas, con la lógica intención de este equipo de gobierno de reconocer que las vísperas también tiene su papel fundamental e importante dentro de la Semana Santa. En especial, Torreblanca y alguna otra discurre por unos cruces con especial peligro no sólo para la hermandad sino para los espectadores que la acompañaban.

—¿El nuevo horario matinal de la Resurrección trastoca mucho los dispositivos?

—Bueno, trastoca al Consejo de Hermandades y también a los servicios municipales que tienen que estar operativos y pendientes de cualquier procesión, pero yo no hablaría de molestia, todo lo contrario. Es algo que la hermandad ha decidido y así se ha ratificado desde el Consejo. Yo desde aquí lo que le doy es la enhorabuena por esta decisión, porque creo que es buena, positiva para la hermandad y para la propia ciudad. Tenemos que hacer el mismo esfuerzo que se hace con el resto de las hermandades. Es una más.

—¿Del Museo de las Cofradías nunca más se supo?

—No se ha dejado de trabajar. Es algo en lo que el equipo de gobierno mantiene sus contactos y su trabajo. Y esperamos la continuidad en ese trabajo para que en este mandato sea una realidad al menos los inicios de ese Museo. No vamos a cejar hasta que la ciudad salde la deuda que tiene con sus hermandades. Dentro de ese Museo, también irá un Centro de Documentación para la conservación y la investigación de todo el legado histórico que poseen las hermandades.

—¿Le ha hecho el Arzobispado un favor a su delegación y a la ciudad en general limitando los actos de culto externo de las hermandades a los límites de la feligresía?

—El arzobispo, con muchísima razón, no sólo hace un favor a la ciudad, también a las hermandades. ¿Por qué? Porque las hermandades deben de atenerse a lo que marcan las reglas y éstas dicen que tiene que ser dentro de su feligresía. Ante cualquier exceso que pueda haber, creo que el arzobispo es la persona idónea para resolver, y la más responsable de que haya esa convivencia entre la ciudad y las hermandades, y con muy bien criterio les ha recordado que tienen que hacer estos actos en cumplimiento de sus reglas.

—Y como hermano de la Macarena que es, ¿no le parece un contrasentido que su Cristo de la Sentencia no pueda visitar el vecino hospital debido a que se extralimita un par de calles de la demarcación de la feligresía?

—Bueno, es que entre los deseos y lo que debe hacerse también hay un puente que a veces podrá cruzarse de manera excepcional por otro motivo, pero no de manera usual, puesto que las reglas están para cumplirse. Entre el deseo y el cumplimiento siempre hay un puente que en algunos momentos podremos cruzarse y otros no.

—¿Corre peligro la participación de la Banda Municipal en la procesión del Santo Entierro?

—No, no. Entiendo las reivindicaciones que están haciendo los músicos. Entendemos que la Banda Municipal es patrimonio de la ciudad, algo centenario y que tanto lucimiento aporta a los actos solemnes que tiene este Ayuntamiento, tanto investiga en la historia de la música y que tanto ha significado en la historia de esta ciudad. Estas reivindicaciones, aun siendo lógicas, creo que son también en parte exageradas. Una cosa es el deseo y otra el número de plazas que falten. Su participación en el Santo Entierro no va a correr peligro.

—¿Qué le parece que un grupo como IU haya solicitado eliminar el título de Mariana del escudo de la ciudad?

—Respetable. IU, no sé si de manera intencionada o no, justo cuando llegan las fechas señaladas siempre saca un elemento de debate. Es verdad que coincide, porque estamos en fase de alegaciones. Es un tema que se aprobó en pleno dirigido por un equipo técnico con historiadores, que la ciudad tiene que decidir en pleno cuál es su escudo oficial e IU tiene lógicamente toda la libertad para hacer las alegaciones que considere oportunas. ~