La última morada de la duquesa de Alba

Bendecido en el santuario de Los Gitanos el monumento funerario que perpetuará la memoria de doña Cayetana

20 nov 2017 / 15:15 h - Actualizado: 21 nov 2017 / 08:32 h.
"Los Gitanos"
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Tan satisfecho ha quedado Pepe Moreno con la «majestuosa obra de arte» que desde este lunes cobija las cenizas de la duquesa de Alba en el santuario de Los Gitanos que, cuando a finales de enero abandone el cargo de hermano mayor de su hermandad, le encantaría ejercer como guía turístico del templo «nada más por explicarle a los turistas la simbología de los angelitos, que son seis, como el número de hijos que tuvo, su más importante pasión».

Coincidiendo con el tercer aniversario de su fallecimiento, el párroco de Santa María de las Flores, Ignacio Sánchez-Dalp, bendecía este lunes en el templo del antiguo convento del Valle el monumento funerario a la gran benefactora de la hermandad de Los Gitanos, una sensacional obra ideada y modelada por el escultor José Antonio Navarro Arteaga que ha sido ejecutada en mármol blanco de Carrara por la empresa almeriense Cuéllar.

«Lo tendrán que decir los entendidos, pero creo que el conjunto es una verdadera obra de arte. Es un tributo de agradecimiento que teníamos pendiente desde la fecha de su muerte, cuando tuvimos casi que improvisar una lápida funeraria en su memoria en un plazo de 36 horas. Desde entonces, tanto los hijos como la hermandad adquirimos el compromiso de hacer algo más digno, un monumento funerario que le sirviera de última morada», explica el hermano mayor.

Con unas dimensiones de 2,05 metros de altura por 2,10 metros de ancho, el monumento ha sido anclado a la pared en la misma capilla del santuario donde hasta ahora reposaban sus cenizas. Presidido por el escudo de armas de la Casa de Alba –el mismo que luce bordado sobre uno de los mantos de salida de la Virgen de las Angustias, donado por la propia duquesa y estrenado en 1997–, el conjunto está concebido como un gran medallón de forma oval salpicado de numerosos elementos decorativos relacionados con la biografía y las grandes pasiones de doña Cayetana Fitz-James Stuart (1926-2014).

Enmarcada por una guirnalda de flores, metáfora del «carácter juvenil y fresco» de la duquesa, la parte central del medallón se reserva para la leyenda nominal que servirá de recordatorio a la mujer cuya inestimable ayuda hizo posible reconstruir el santuario. Isabel de León, marquesa de Méritos y una de las personas más allegadas a la duquesa, es la autora de los versos que rezan en el epitafio: «Nunca te irás de Sevilla/ porque ella te reclama/ siempre llevaste su nombre/ que con amor pronunciabas/ esculpida entre rosas/ como una flor sevillana./ El Señor de la Salud/ quiso con Él te encontraras/ para llevarte al cielo/ junto a Angustias Coronada/ porque de Dueñas saliste/ y en su templo te quedabas. / Como la noche y el día/ que ni el viento los separa/ quedan unidos dos nombres/ para la historia de España/ uno se llama Sevilla/ y el otro es Cayetana».

Rodeando este medallón central, un coro de seis ángeles portan en sus manos distintos atributos que hacen referencia a la vida de la mujer que fue veinte veces grande de España: el pañuelo de la Virgen de las Angustias, por su condición de camarera; la cruz y el velo, en referencia a la fe inquebrantable que le acompañó a lo largo de toda su vida; una paleta de pintura, en representación de su amor hacia las artes plásticas; una Giralda, expresión de su profunda vinculación con la ciudad de Sevilla; una montera de torero, por su consabida afición al mundo de la tauromaquia; mientras que el último ángel del lado derecho del óvalo arropa a Sevilla con un manto cuyos pliegues dotan al conjunto de la estética plástica necesaria propia de los monumentos funerarios.

En la parte inferior, dividiendo el eje longitudinal, aparece por último el escudo de Los Gitanos.

Pepe Moreno explica que el monumento a «la embajadora más grande que haya podido tener Sevilla y la hermandad» ha sido costeado gracias a una suscripción popular en la que han participado desde grandes empresas andaluzas y sevillanas hasta ciudadanos que con sus pequeñas aportaciones se han querido sentir partícipes de un monumento que, a juicio del hermano mayor, contribuirá a engrandecer los alicientes de un templo que «recibe numerosas visitas de gente de fuera». «Me ha emocionado que hayamos recibido un donativo de 3 euros de un ciudadano», señal del «enorme cariño popular» que se le profesaba.

REPRESENTACIÓN DE LA FAMILIA

Alfonso Díez, duque viudo de Alba, y tres de los seis hijos de Cayetana Fitz-James Stuart –Carlos, el nuevo duque, con su hijo Fernando; Cayetano y Fernando– acudieron ayer al santuario para asistir a la eucaristía del tercer aniversario del fallecimiento de la duquesa. También estuvieron Curro Romero, Carmen Tello, Victorio & Lucchino, Isabel de León, Carlos Telmo, el presidente del Grupo Morera & Vallejo, Antonio Morera; y su esposa, Chary Maldonado. ~