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El cortejo se da la vuelta por la amenaza de lluvia. / José Luis Montero -
El Selor de la Salud alejándose de su templo. / José Luis Montero
El barrio de Padre Pío vio truncado su día más grande del año. Las malas previsiones sobre el tiempo que manejaba la hermandad provocó que al poco tiempo de salir por completo de la parroquia se dieran la vuelta y diera por finalizada la estación de penitencia, para decepción de todos sus hermanos y simpatizantes. La decisión también provocó división de opiniones en el seno de la cofradía dado que aunque el tiempo apuntaba lluvia, la decisión se tomó antes de que cayera gota alguna
Empero, se notaba que era el día grande en el barrio sevillano porque los vecinos se fueron congregando con sus mejores galas en la puerta de la parroquia del Buen Pastor para ver la cofradía de la mejor manera posible. A buen ritmo, el medio millar de nazarenos fue bajando la rampa del templo antes de que los costaleros de Nuestro Padre Jesús de la Salud y la Virgen Madre de la Divina Gracia superaran de rodillas el dintel de la parroquia con la ayuda de los costaleros externos. Las primeras lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas en Padre Pío. Y eran de gozo. Tristemente, y poco minutos después, fueron de pena.