Los tumultos de la pasada Madrugá no tuvieron una gran incidencia en el sector de la hostelería. A la hora en las que se produjeron las carreritas –las 4.10 y las 6.00 horas– no están montadas las terrazas con veladores y sólo algunos establecimientos permanecen abiertos, sobre todo los que tienen servicio de cafetería, según detalla el presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, Pablo Arenas. Si bien, algunos bares del Centro, que estaban atendidos por un solo camarero a esa hora, optaron por echar las persianas. Pero eso sí, Arenas teme por las consecuencias que puede tener en el futuro la repercusión nacional e internacional que han tenido estos incidentes a través de las televisiones.
«Está claro que no es una promoción positiva, pero confiamos en que se vaya arreglando y sea de la mejor manera posible para todos», aspira Pablo Arenas que teme que disminuya considerablemente el número de turistas las próximas Semanas Santas.
En cuanto a las medidas de seguridad adoptadas por el Ayuntamiento para este 2017, el presidente admite que, como a las hermandades, algunas medidas habían disgustado a los hosteleros, pero asume que se hacen pensando en la seguridad de los ciudadanos. En cualquier caso, afirma: «Podrán minimizar el impacto de los incidentes pero no evitarlos».