La cita es este martes a las 8.00 horas en la Puerta de los Palos de la Catedral. Será entonces, con el palio de tumbilla enmarcado a los pies de la Giralda, cuando los fieles puedan rogar a la Virgen de los Reyes los tres favores que la tradición asegura que concede. Este año las 1.100 varas de nardos y las 60 docenas de claves blancos que exornarán el paso de la Patrona en su tradicional procesión de la mañana de la Asunción provienen exclusivamente de la localidad cordobesa de Cabra. «El nardo de Cabra huele más y es más blanco; el de Chipiona es sonrosado y este año viene regular», apostilla José Ramos, de la floristería Ramitos, encargada desde «hace más de ochenta años» de exornar el paso de la Patrona, una tradición que inició su abuelo Manuel, que continuó su padre José y que ahora siguen ejerciendo el propio José y su hermano Manuel. «Con nosotros viene ya una sobrina mía, María, hija de mi hermano Manuel, la cuarta generación de la saga», apunta con orgullo José, quien recuerda con nostalgia las visitas furtivas, alejadas de toda masificación, que realizaba de madrugada el hermano Pablo, secretario del cardenal Carlos Amigo, para saludar a esta familia de floristas y rezar a solas ante la Virgen.
«La puesta de flores comienza a las diez y media de la noche, una vez que se desaloja la Catedral del último día de la novena y habitualmente se prolonga un poco más allá de las dos de la madrugada. A esa hora, cuando abandonamos la Catedral, ya suele haber un grupo de unas 20 personas esperando la salida de la imagen en la plaza de la Virgen de los Reyes», continúa José Ramos, para quien «el lugar, el entorno y hasta la misma disposición de las flores» hacen de este rito de agosto «una puesta singular en comparación con los exornos de palios de la Semana Santa».
De los cinco mantos que alterna en sus salidas, este año la imagen fernandina lucirá el manto salmón realizado por las Hermanas de la Cruz y donado por la Duquesa de Osuna en 1929 con motivo del Congreso Mariano. 1929. El manto está decorado con ángeles tenantes pareados y la leyenda «In manu tuas, Virgo Maria, virtus et potentia».
Las puertas de la Catedral de Sevilla se abrirán mañana mucho antes de que salga la Virgen, ya que, de madrugada, a las 5.30, a las 6.00 y a las 6.30 horas, habrá sendas misas ante el paso de la Virgen, a las que suelen asistir muchos de los peregrinos que, provenientes de los pueblos limítrofes, recorren andando de madrugada el camino que les separa del primer templo metropolitano.
Este lunes, el Altar del Jubileo de la Catedral acogerá a partir de las 20.00 horas el último día de la novena en honor de la Patrona, culto para el que la imagen fernandina aparecerá ya engalanada con el manto y los atributos que lucirá en la procesión, incluida la valiosa corona de salida y el pecherín de brillantes. De ello se habrán encargado las peculiares camareras de la Virgen, las Hermanas de la Cruz, que a primera hora de la tarde, en una ceremonia íntima, mudarán el atuendo que ha lucido la Patrona de Sevilla durante la novena por la vestimenta procesional.
Víspera musical
Como prolegómeno a la intensa mañana del 15 de agosto, la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla protagonizará este lunes, a partir de las 21.00 horas, un concierto extraordinario en la plaza de la Virgen de los Reyes. Durante el concierto, la Banda que dirige Francisco Javier Gutiérrez Juan interpretará varias piezas de compositores franceses que versan sobre España. En concreto, se tocará la Sinfonía Española de Édouard Lalo, Petite Suite de Claude Debussy y La Arlesiana, suite nº 2 de Bizet; tres versiones creadas para violín y banda, que la Municipal interpretará junto al violinista Javier Comesaña.