Negocios a chicotás

Sillas, palcos, balcones, túnicas o estampitas. Son los otros negocios que trae consigo la Semana Santa de Sevilla

h - Actualizado: 18 mar 2016 / 13:59 h.
"Cofradías","Semana Santa 2016"
  • Marina y su familia vivirán la Semana Santa en un palco de la plaza de San Francisco. Lo ha conseguido a través de internet. Ha tenido que pagar mil euros. Su precio normal es de 580 euros.
    Marina y su familia vivirán la Semana Santa en un palco de la plaza de San Francisco. Lo ha conseguido a través de internet. Ha tenido que pagar mil euros. Su precio normal es de 580 euros.

Marina tienes dos hijas pequeñas –Violeta y Victoria. Además, está esperando su tercer hijo. A ella siempre le ha gustado recorrer cada rincón de Sevilla en busca de la cofradía perfecta en el lugar perfecto. Sin embargo, «ya llevo algunos años sin poder disfrutar de la Semana Santa a pie de calle. Este año, mucho menos», afirma. Las circunstancias le llevaron, hace unas semanas, a plantearse, junto a su marido, la posibilidad de alquilar un palco en la plaza de San Francisco. La palabra alquilar es un eufemismo porque de lo que se trata es de entrar en el negocio de la reventa, muy frecuente en la carrera oficial de la Semana Santa de Sevilla. En condiciones normales, acceder al palco de Marina tiene un coste de 580 euros. Ella, junto a su familia, tendrá que pagar mil euros. Es casi el doble. «El esfuerzo económico va a ser muy importante», afirma resignada.

Se trata de una práctica ilegal. Y es que, el artículo 14 del Reglamento de Uso y Adjudicación de Sillas y Palcos de la Carrera Oficial de la Semana Santa establece en su apartado 3 que si se produce una «cesión o transmisión del derecho de uso o adjudicación preferente» sólo podrá realizarse «sin ánimo de lucro».

Jorge siempre ha vivido la Semana Santa desde el suelo. Este año lo hará desde las alturas de la avenida de la Constitución. «Cada vez me da más pereza la bulla», confiesa. Por eso, junto a unos amigos, decidió hace unos meses alquilar un balcón. En total, 3.000 euros por disfrutar de él toda la Semana Santa. «Somos seis personas así que, cada amigo tenemos que pagar unos 500 euros. Si a eso le sumamos la comida y la bebida, son unos 700 cada uno. Este año la Semana Santa me va a salir cara», asegura.

Emilio llegará a Sevilla el próximo Miércoles Santo. Viene de Cartagena. Hacía tiempo que quería vivir la Semana Santa de la capital. Se hospedará en la calle Feria. Allí ha alquilado una habitación por 150 euros. Se quedará desde el miércoles hasta el sábado.

Antonio y su mujer verán el paso de las cofradías desde un balcón a los pies de la Giralda, en el EME Catedral Hotel. El precio tiene incluido un servicio de Open Bar y también algunos pasteles aunque «hay más opciones más económicas y otras más caras».

Detrás de Marina y su familia, de Jorge y sus amigos, de Emilio y de Antonio y su mujer hay un negocio. Y es que, la Semana Santa de Sevilla no solo es el agosto para tiendas especializadas, casas de nazarenos o bares. El negocio no siempre legal que trae consigo la Semana Santa va mucho más allá.

Estos días, las páginas de internet de compra y venta son un reguero de ofertas relacionadas con el mundo cofrade. Sin embargo, el producto estrella son las túnicas de nazarenos. Cofrades arrepentidos, madres que quieren deshacerse de la vieja túnica de su hijo pequeño y hasta los hay quienes alquilan sus túnicas por algún que otro año. En definitiva, todo el mundo quiere sacar tajada de una Semana Santa que mueve mucho más que fe y devoción.

Ya hace unos años, Facua denunció el mercado negro que rodeaba a la Semana Santa de Sevilla. Sin embargo, este tipo de prácticas solo han hecho proliferar con el paso del tiempo. Y es que, ya se hace negocio hasta con las estampas que reparten los nazarenos. A Alba, estas Navidades, le regalaron una impresora nueva. Solo la quiere para revelar las estampas que después vende a nazarenos y monaguillos. «En una sola Semana Santa la rentabilizo», asegura.

Sillas, palcos, balcones, túnicas o estampitas. Cada cual busca sacar de la Semana Santa el máximo provecho posible. Son los negocios –unos más claros y otros menos– que envuelven a una celebración que el año pasado dejó en Sevilla 280 millones de euros, lo que supone un 1,26 por ciento del producto interior bruto de la ciudad. Esas son las cifras declaradas. A ellas habría que sumarle las que proceden de la economía sumergida que genera la Semana Santa hispalense.