Noche de priostía en Jesús Despojado

Las priostías de las hermandades se afanan en terminar todo el trabajo de cara Semana Santa

Juanmi Vega @Juanmivegar /
29 mar 2019 / 13:10 h - Actualizado: 30 mar 2019 / 11:53 h.
"Jesús Despojado","Cuaresma","Cuaresma 2019"
  • Los priostes preparan la candelería del palio de Jesús Despojado. / Juanmi Vega
    Los priostes preparan la candelería del palio de Jesús Despojado. / Juanmi Vega

Son noches de herramientas por los suelos. De perder la compostura e ir con un vaquero viejo a la iglesia. Noches de espera. De una impresora echando humo. Son noches de papeletas de sitio y de montaje de pasos.

La plaza de Molviedro tiene ambiente. La iglesia está cerrada pero la puerta que está al lado, por la que se accede a la casa hermandad están abiertas de par en par. Allí, hay una fila larga de hermanos esperando para conseguir su papeleta de sitio. A persona por escalón en una escalera que lleva al despacho donde se reparte el papel más importante de la Semana Santa.

La puerta lateral que conecta con la iglesia está abierta. Allí, los hermanos que están esperando aprovechan para rezarle a sus titulares. El Señor está en el altar. Se puede ver gracias al angosto pasillo que forman los dos pasos de la cofradía. La Virgen de los Dolores y Misericordia está en su palio esperando un Domingo de Ramos. Jesús Fuentes, prioste de la hermandad, también está subido a él, preparando la candelería.

Jesús baja del palio ayudado de un banco para contar cómo se viven estos días. «El lunes de la semana pasada llegó la parihuela del palio y empezamos a montar el techo de palio y la peana. Montar la candelería nos lleva un par de días. También en esa misma semana llega el paso del Cristo y le quitamos el cajón que lo enfunda. Unos días después subimos las figuras y ponemos los candelabros. Para montar los pasos por completo tardamos unas dos semanas y media. Una vez que llegan los pasos nos centramos en los trabajos de más volumen pero luego hay que darle las ‘puntaítas’» asegura el prioste que lleva 3 años en el cargo pero 13 ayudando en la priostía.

La priostía se ejerce durante todo el año, aunque ahora es la época fuerte y eso se ve en el número de personas que ayudan durante la Cuaresma. «Normalmente somos unos 8 o 10 y en estas fechas que gusta más pues se va incrementando. Ahora con el reparto de papeletas de sitio la gente aprovecha y se queda un ratillo».

No hay horarios fijos. El trabajo se realiza cuando se puede. «Nosotros llegamos aquí sobre las 7 y aquí nos pueden dar las 11 o las 12, depende del trabajo porque no queremos dejar nada a la mitad».

El trabajo comienza en noviembre con la realización de la agenda para marcar los tiempos.

La recompensa llega el Domingo de Ramos. «Siento muchísima satisfacción, pero no sólo por mí, también por todos los que componemos el grupo de priostía. El domingo disfruto mucho por la hermandad y por los demás» asegura Jesús.

Para la desarmá, Jesús asegura que «no viene tanta gente como para el montaje pero el grupo de priostía siempre está. Una vez empezamos a desmontarlo siento mucha nostalgia pero también satisfacción de que todo haya salido bien. Pero yo en ese momento empiezo ya a descontar los días para que los pasos vuelvan y empezar, otra vez, a montarlos».

Quedan menos de dos semanas para que el trabajo y la ilusión den su rédito.