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El Santísimo ante el altar de la Hiniesta Gloriosa en la plaza San Francisco en el Corpus 2015. / Foto: M.G.
GLORIAS
Novedades de la Hiniesta para el Corpus
La Virgen de la Hiniesta Gloriosa ha vuelto a casa. Los seis meses que ha estado en el taller de Pedro Manzano han servido para que la imagen que tallara Antonio Castillo Lastrucci en 1945, en sustitución de la gótica del siglo XIV desaparecida en el incendio de San Julián, recupere todo su esplendor y se presente radiante para pregonar un año más su sevillanía en la víspera del Corpus. La intervención se ha centrado en la reposición de la policromía, descartándose definitivamente que tenga daños estructurales. Pedro Manzano ha hecho un trabajo excelente, que ha requerido de una actuación «amplia» y «laboriosa» al ser una imagen de talla completa. Los mayores males que tenía se concentraban en las zonas próximas a los atributos regios de la imagen: la cabeza con la corona y las manos, donde sostiene el ramillete de flor de retama, las llaves de la ciudad y el bastón de mando de alcaldesa. Aquí el taller de Pedro Manzano se ha empleado a fondo para recuperar aquello que se había ido desgastando con el constante roce de los últimos años. Para conservar lo restablecido mucho más tiempo, la hermandad ha decidido colocar «elementos protectores» en las zonas más sensibles de la Virgen con el objetivo de frenar el posible deterioro que pueda sufrir la policromía en los próximos años. El regreso de la Hiniesta a San Julián marca entonces la cuenta atrás para un nuevo Corpus Christi, este año con novedades. La primera llegará en el tradicional traslado de la imagen al altar del Ayuntamiento. La cofradía ha modificado su itinerario a la plaza de San Francisco: dejará de pasar por Castellar, Feria, San Martín-San Andrés y la Campana para tomar en su lugar por Bustos Tavera, Doña Mª Coronel, Dueñas, Santa Ángela de la Cruz –con visita al convento–, Alcázares, Encarnación, Cuna y Sierpes. La otra novedad estará en el majestuoso altar de la Hiniesta Gloriosa. Por primera contará con dos invitados de excepción: la imagen de San Julián, de la parroquia del mismo nombre; y la de Santa Marina, de la hermandad de la Resurrección. El equipo de priostía quiere así homenajear a las dos iglesias que conforman la parroquia del barrio.
LA MACARENA
Restauración de dos libros de Reglas
En el Arco se sigue apostando por preservar y difundir su rico patrimonio histórico y cultural, en esta ocasión, con la catalogación y restauración de sus fondos documentales. Por este motivo la hermandad de la Macarena ha encomendado al Instituto Andaluz de Patrimonio (IAPH) la conservación de dos de sus libros de Reglas más antiguos. De un lado, el fechado en noviembre de 1595 y que posee «un valor probatorio» de la existencia de la cofradía de la Esperanza en el siglo XVI. El documento destaca por su encuadernación renacentista y arroja luz sobre los inicios macarenos, recogiendo episodios tan trascendentales para la historia de la corporación, como la desvinculación de los monjes de San Basilio y la llegada a la parroquia de San Gil en el año 1653. El otro, del año 1720, dispone de estatutos a códices lujosamente confeccionados. En él se refleja una nueva etapa de la cofradía tras «un periodo de estancamiento». El compromiso es que ambas restauraciones estén totalmente terminadas para «febrero de 2017».
EXPOSICIÓN
La Soledad de Castilleja se muda a Sierpes
El Círculo Mercantil se viste esta semana de rojo para mostrar el patrimonio artístico e inmaterial de la hermandad de Santiago, también conocida como la de la Plaza de Castilleja de la Cuesta. Hasta Sierpes ha llegado la devoción por la Virgen de la Soledad, imagen que será coronada por el arzobispo Juan José Asenjo el próximo 18 de junio. El Simpecado granate que protagoniza la vuelta en la mañana del Domingo de Resurrección preside el patio central, dando la bienvenida a la muestra Devoción coronada. Entre las joyas que se exhiben en las vitrinas se encuentran algunas tan destacadas, como La Grandiosa, la corona que realizó en 1944 Fernando Marmolejo siguiendo el diseño de Juan Oliver Míguez. La presea, de grandes dimensiones, se puede admirar de cerca tras la restauración del orfebre cordobés Manuel Valera con motivo de la inminente coronación canónica. Este y otros enseres de la hermandad se pueden ver hasta el domingo.