«Pudo haber errores pero no he hecho nada deshonesto»

Responsable de la administración de obras de la Agencia Pública de Educación, se presenta a hermano mayor tras cuatro años como mayordomo junto a Pepe Moreno

23 ene 2018 / 22:45 h - Actualizado: 24 ene 2018 / 08:02 h.
"Cofradías","Los Gitanos"
  • José María Flores, en la hemeroteca de El Correo. / Manuel Gómez
    José María Flores, en la hemeroteca de El Correo. / Manuel Gómez

Es hermano de Los Gitanos desde que tiene uso de razón –celebró sus bodas de oro en la hermandad el año pasado– pero en los últimos meses se ha convertido en el hermano más cuestionado. Las cuentas del último mandato de Pepe Moreno, en el que ejercía como mayordomo, no cuadran o las explicaciones no convencen a un sector de la corporación. Sin embargo, José María Flores Vargas (Sevilla, 1963) ha dado un paso al frente por «responsabilidad», para «continuar» el proyecto emprendido en estos ocho años, y el próximo domingo, 28 de enero, se enfrenta en las urnas a Antonio Moreno Santaella.

—¿Por qué decide presentarse a hermano mayor?

—Hace ya años muchos hermanos me lo solicitaron, pensaban que era la persona idónea para tomar el relevo a Pepe Moreno. Así, además de que me acompañan diez miembros de su junta de gobierno, accedí a este desafío por una cuestión de responsabilidad. No soy persona de ansiar, ni de protagonismos. Soy persona de diálogo, de consenso... y encabezo esta lista por responsabilidad.

Sin embargo, es usted el protagonista de la última polémica en la hermandad: el desfase en las cuentas siendo usted mayordomo. ¿Qué explicación puede dar?

—El detalle de las cuentas lo daré en el cabildo de cuentas ante los hermanos [se celebra este jueves, 25 de enero], no quiero hacerlo en los medios de comunicación. Pero le puedo decir que la tesorería de la hermandad no se ha resentido por nada; que este desfase del que se habla es de 2012 y ya estamos a 2018, y salió en 2017 ya en un proceso electoral; nunca ha faltado un duro en las arcas de la hermandad. Pudo haber errores en el camino, por supuesto, pero, en ningún caso, nada deshonesto. Si hubiera algo anormal, yo no estaría aquí.

Cuesta entender que dé el paso de presentarse a hermano mayor cuando está en la picota.

—Precisamente porque tengo la conciencia muy tranquila. Porque no he hecho nada deshonesto en mi vida, ya no en la hermandad, sino en toda mi vida. Pudo haber errores, sí, de los que daré cuenta en el cabildo general.

¿Qué le pareció la pintada en la fachada de la casa hermandad?

—Le diría a la persona que lo hizo que tuviera en cuenta que en las hermandades, en líneas generales, vamos a dejarnos la vida y que detrás nuestra hay una familia, un trabajo... Así que espero que la próxima vez se lo piense antes de hacerlo porque puede causar un daño grandísimo.

¿Ha ensombrecido este desfase económico los ocho años de mandato de Pepe Moreno, que, por otra parte, ha sido muy aplaudido?

—Por supuesto. Los ocho años de Pepe Moreno han sido bastante brillantes: la hermandad cobró una paz que hasta este momento no había tenido; la hermandad cobró una estabilidad que hasta este momento no había tenido... Los dos mandatos de Pepe han sido brillantes al cien por cien, pero por cuestiones electorales ahora se hablan de este tipo de cosas, pero nada deshonesto. Hasta ese momento se hablaba de cosas buenas: el festival de Curro Romero, del proyecto del Vacie, de la casa hermandad que hemos construido... de cosas buenas y ahora se ha vuelto todo muy convulso, la hermandad está en una situación complicada.

—Esto le pasa a Los Gitanos siempre que llega un proceso electoral...

—Ya hubo uno anterior también en el que salió a la luz el tema de los impagados y en esto hemos trabajado mucho en este mandato: hemos contactado con todos los hermanos que no pagaban las cuotas y, en función de las circunstancias, se ha arreglado la situación de cada uno. Nadie se ha quedado fuera por no pagar las cuotas pero tampoco nadie sigue dentro si no ha mostrado interés. Sólo así podemos tener un control real sobre las cuentas, pues esto afecta a los presupuestos, boletines, las comunicaciones...

—¿Cuál es la principal propuesta de su proyecto?

—Queremos continuar los proyectos que Pepe Moreno ha dejado abiertos. El primero es la casa hermandad, que hemos construido en este mandato (yo he estado muy encima, llevando una dirección técnica desde el punto de vista de la propiedad, por mi profesión). Se ha culminado la primera fase y parte de la segunda. La idea es terminarla, pero con los presupuestos ordinarios de la hermanad, sin que sea necesario un nuevo préstamo.

—¿Dará tiempo a poner en funcionamiento la casa hermandad? ¿Qué uso le dará?

—La planta baja y la primera están terminadas. El ático tiene sólo el cerramiento y el sótano está en bruto. Nosotros acometeríamos en una primera instancia la sala museística, es un espacio a doble altura donde van a estar los dos pasos montados de forma permanente y, en su perímetro, exposición de los enseres más significativos de la hermandad, además tiene una cabina para la proyección de audiovisuales, y esto conectará con la tienda, que será completamente distinta a la actual. En la primera planta están los despachos, dos salas de usos múltiples...

—¿Qué tiene pensado para la casa de la calle Socorro?

—Es un tema que aún no hemos abordado pero que habrá que decidir en este mandato. Estamos estudiando las diversas posibilidades, pero no podemos mantener dos casas una vez que esté la nueva terminada, en un plazo máximo de cuatro años. En cuanto tengamos la licencia de primera ocupación, que será en breve, nos trasladaremos a la casa nueva.

—¿Y su labor social?

—Queremos seguir la línea que marcó Pepe, por ejemplo, con el proyecto social en El Vacie, que se puso en marcha con motivo del 25 aniversario de la coronación de la Virgen, y otro de los proyectos, que nació de la junta de Antonio Vargas, que es la carpintería Alboreá, en el Polígono Sur, ahora queremos brindarles una preparación integral para que salgan al mercado laboral y puedan trabajar como carpinteros.

—¿Necesitan las imágenes una mayor protección?

—La imagen del Señor estaba muy expuesta al estar de forma permanente en besapiés, por lo que protegimos los dos accesos y una primera fase del cerramiento del presbiterio con el objeto de que nadie pueda circular libremente como se hacía anteriormente, porque el sacristán hay momentos en los que no puede estar pendiente. Nuestra intención es terminar de cerrar el presbiterio, con un elemento ligero, casi imperceptible, que coarte a quien quiera acceder al Señor.

—¿Cómo quedaría el besapiés entonces?

—La idea es que esté expuesto todos los viernes con un grupo de voluntarios que vigilen su desarrollo.

—¿Y se podrá acceder al camarín de la Virgen?

—La idea es que se abra una vez al mes. El acceso es más complicado. Actualmente sólo se hace los días de jura de nuevos hermanos.

—¿Qué le parece el acuerdo alcanzado para la Madrugá?

—La hermandad de Los Gitanos siempre ha hecho un gran esfuerzo durante muchísimos años. Habíamos pedido el adelanto de la jornada 15 minutos para no entrar nosotros de día y lo seguimos pidiendo. Pero entendemos que la configuración con la que se queda con este acuerdo es bastante coherente y la hermandad de Los Gitanos estará siempre dispuesta para dialogar y consensuarlo todo.

—¿Se plantean un cambio de recorrido de la cofradía?

—Si se refiere a pasar por San Román, creemos que tiene que ser a la ida, pues a la vuelta tiene una gran dificultad por la dimensión que adquiere por la incorporación de los niños por la mañana. En 2017 hicimos una comisión para la estación de penitencia que dio sus frutos ya el año pasado, haciendo la vuelta por calles más anchas pensando en los niños que van acompañados con sus familias, teniendo en cuenta que no pueden salir desde el templo. En esto, además, quiero resaltar que la cofradía entró este año bastante antes, el palio entró a las 13.30 horas, cosa que muchos hermanos agradecieron porque los nazarenos llegaron bastante enteros.

—Los costaleros y los músicos siempre han tenido un papel decisivo en las elecciones. ¿Cómo ve la correlación de fuerzas para el domingo?

—Para el domingo, sólo le digo a los hermanos que vayan a votar y después que voten por quienes consideren más oportuno. En cualquier caso, aclaro que confiamos en las dos cuadrillas magníficas que tenemos de capataces y costaleros tanto en el Señor como en la Virgen. Igual que también vamos a mantener como vestidor a Antonio Bejarano, que viste a la Virgen de las Angustias de una manera espectacular. Queremos fomentar también a nuestra sección musical, para que se convierta en la mejor banda de Sevilla, dotándola de los medios necesarios para que crezcan de una manera lógica, y bajo la dirección musical de Pedro Pacheco, que, entendemos, le ha dado bastante brillo.

—En su programa incluye la reforma de Reglas.

—En su momento se creó una comisión para la reforma de Reglas pero el documento no vio la luz definitiva porque no llegó a aprobarse en un cabildo general. Entendemos que este documento pueda necesitar un mayor consenso, un mayor diálogo y entendimiento entre los hermanos, pero tomándolo como base, pues es un trabajo magnífico de mucho tiempo y que merece la pena retomarlo.

—¿El escollo fue el hermano mayor gitano?

—Sí, pero estas reglas dejaban abierta la posibilidad de que no fuera gitano. Tenemos que seguir dialogando.

—¿Necesita el palio nuevos faldones?

—Sí para completar el conjunto. Nadie pensaba que pudiéramos tener un palio entero de plata, ahora vamos a rematarlo.

—¿Qué es lo primero que hará si es elegido el domingo hermano mayor?

—Lo primero que hay que hacer, sea el que sea el elegido, es intentar devolver a la hermandad al estado de paz y estabilidad que había alcanzado y del que no debió nunca salirse.