«Salí corriendo, me caí y oí el crujido de mi hombro»

Varios testimonios –alguno de ellos de un herido– relatan cómo se repitieron las avalanchas durante una parte de la noche. La que más heridos causó subió desde la Magdalena hasta el cruce de Reyes Católicos con el Paseo de Colón

14 abr 2017 / 17:31 h - Actualizado: 14 abr 2017 / 18:17 h.
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  • La cofradía de la Macarena, en la terminación de Sierpes, con las filas descompuestas. / Manuel Gómez
    La cofradía de la Macarena, en la terminación de Sierpes, con las filas descompuestas. / Manuel Gómez

«Estábamos viendo la Esperanza de Triana poco antes de que entrara en Reyes Católicos, cuando de repente se oyó una marabunta de personas que subían desde la calle San Pablo. Salí corriendo, me caí y oí el crujido de mi hombro». Es el testimonio de Alejandro Terrón, uno de los heridos en las estampidas que han ocurrido esta Madrugá en Sevilla. Alejandro cuenta a este periódico que tendrá que ser operado de su fractura. «Bajé hasta la calle Adriano huyendo de la gente que corría y allí volví otra vez a caer al suelo, esta vez a causa del tremendo dolor que tenía».

Este herido cuenta que en cuestión de muy pocos minutos se montó un pequeño «hospital de campaña» en la apertura de Reyes Católicos con el Paseo Colón. «Había varias ambulancias de la Cruz Roja y gente de Protección Civil; también un montón de policías nacionales intentando calmar los ánimos de la gente, que subía muy asustada desde el centro». Sin embargo, la pesadilla no había terminado. «Como cosa de diez minutos después, volvió a surgir otra estampida, esta vez con muchos más gritos. A mí me estaban atendiendo los sanitarios en el suelo, porque no había camillas suficientes, pues había muchísimos heridos. Salí corriendo con los cables y todo».

El relato de los hechos, las dos estampidas, coincide con el que nos hace José Recolons, que iba de penitente tras el Cristo del Calvario. La cofradía de la Magdalena llevaba ya media hora esperando a que la Macarena pasara por la Campana. En paralelo, por la calle Rioja, iba la Esperanza de Triana, que también aguardaba. «Apenas me podía mover para mirar, porque esto es el Calvario, pero sí oí una muchedumbre corriendo desde la desembocadura de Rioja en la Magdalena», cuenta José. «No pasarían ni quince minutos cuando oímos otra estampida, con muchos más gritos». La cofradía no llegó a descomponerse, algo que José valora especialmente: «Creo que vernos a los nazarenos tranquilos también tranquilizó a la gente. Varias personas entre el público tranquilizaron a la gente». Pero lo más curioso vino minutos después. «Se escuchaban conatos de griterío otra vez, pero la gente respondía aplaudiendo, supongo que como una reacción de autodefensa».

Por las redes circulan decenas de vídeos, pero llama mucho la atención uno de los nazarenos del Silencio en la calle Cuna, prácticamente a la misma hora de los sucesos de la Magdalena. «Escuchamos un ruido muy grande desde atrás, desde el Salvador, como si algo muy pesado viniese rodando calle arriba», cuenta José Luis Gómez, uno de aquellos nazarenos que instintivamente se echaron a un lado de la calle. «Poco podemos hacer los nazarenos, somos en ese momento las personas más tormes con la ropa que llevamos». Sin embargo, la cofradía -tal como se ve en el vídeo y nos cuenta José Luis-, vuelve a formarse y continúa hacia adelante. En coincidencia con el segundo conato antes relatado, y justo al pasar este nazareno por el cruce con Laraña, oyen también que algo viene desde la Encarnación. «Esta vez lo que se oían eran chillidos muy fuertes, por lo visto se llegaron a oír también en San Andrés, según me contaron otros hermanos cuando llegamos a San Antonio Abad».

De entre las varias réplicas, el nazareno del Calvario José Recolons también nos menciona una ocurrida hacia las 6.30 de la madrugada, en la Avenida, a la altura de la antigua Punta del Diamante. «Venía desde la calle Alemanes. No llegó a haber avalancha pero sí muchísimos gritos. Eso sí, no fue como la que vi en ese mismo sitio en el año 2000, en el que se veían volar las sillas».