Salud de los enfermos

La devoción del Barrio León espera en las naves catedralicias el día más grande en la historia de su hermandad de San Gonzalo. El sábado será coronada canónicamente

10 oct 2017 / 09:09 h - Actualizado: 10 oct 2017 / 09:11 h.
"San Gonzalo","Sevilla Al Minuto"
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Quedan muy pocos días –cuatro, para ser más exactos– para que el sueño del marido de Maruja se haga realidad. Antes de partir para siempre, jugaba a fantasear con la coronación canónica de su Virgen. Su mujer –tan prudente como sus palabras demuestran– le hacía entrar en razones y le explicaba lo difícil que, en ese momento, resultaba que la devoción de ambos fuese coronada.

Ni en el mejor de los sueños de este hombre aparecía su mujer preparando el ajuar de la coronación de la Virgen de la Salud. Casualidades de la vida –o no–, esa misma mujer es ahora la camarera de la devoción del Barrio León que, durante estos días, duerme en el templo catedralicio esperando el día de la coronación, esa jornada que los hermanos de San Gonzalo llevan preparando tanto tiempo y que, para gloria de los sevillanos, por fin ha llegado.

La Virgen de la Salud será coronada canónicamente el próximo sábado. Se cumplirá así el sueño de Maruja, el de su marido y el de todas esas personas que han luchado incansablemente por una hermandad que, sin hacer ruido, ha contribuido –y de qué manera– a hacer de nuestra Semana Santa lo que es.

Maruja lleva más de treinta años siendo camarera de la Virgen de la Salud. Con 18 años se puso por primera vez delante de ella y, desde aquel, día está prendada de la dolorosa de Ortega Bru. Dice que estos meses, para la hermandad, han sido una auténtica «revolución». Una revolución feliz que está a punto de llegar a su momento culmen.

Los hermanos de San Gonzalo han esperado la coronación de su Virgen de forma callada y humilde, como se hacen las grandes cosas en Sevilla. Seguro que el próximo sábado pasará a la historia cofrade de nuestra ciudad como una de las citas más multitudinarias. El nombre de la Virgen de la Salud dice mucho en tan solo cinco letras. Si no, que se lo digan a todas esas personas que se aferran a esos pañuelos que ella ha llevado en su interior como si fuera su última esperanza.

El pasado sábado, la Virgen de la Salud fue hasta la Catedral. Lo hizo entre la multitud que acudió a su encuentro. Ese día me hubiese gustado encontrarme con los ojos transparentes de Maruja. Ese día, ella sintió que su sueño –y el de su marido– estaba a punto de hacerse realidad.

Todo está preparado. Sevilla está preparada y su corazón abierto y repleto de fe. También lo está Triana. Cuando de vuelta venga la imagen desde Sevilla, recibirá a su cuarta dolorosa coronada canónicamente, el máximo rango que puede alcanzar una imagen mariana.

La Virgen de la Salud espera en la Catedral y son muchos los sevillanos que esperan encontrarse con ella, con la Salud de los enfermos, con la que guarda de nuestros sueños. Sueños como el de Maruja y su marido. Sueños que, a veces, se hacen realidad.