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Juan Carlos Cabrera posa ante el palio de Santa Genoveva, expuesto en el Ayuntamiento. / Pepo Herrera
{Sus primeras medidas para espantar viejos fantasmas serán más policías en la calle, puntos móviles del Cecop y control de la botellona.
—¿El acuerdo de la Madrugá dispone ya del visto bueno del Cecop?
—El Cecop está ya trabajando a nivel técnico en el análisis de los recorridos de todas las jornadas, incluida la Madrugá, para detectar cualquier posible contratiempo. Pero no va a haber un pronunciamiento oficial y exclusivo del Cecop sobre la Madrugá porque, por otra parte, no va a variar mucho respecto a la del año pasado.
—¿Como cofrade, cuál es su opinión sobre la solución adoptada?
—Como cofrade venía pronunciándome que la situación iba a quedar igual porque no palpaba un clima de consenso y este tipo de acuerdos no pueden venir impuestos de ninguna manera. No se puede poner tampoco a un hermano mayor en la encrucijada de una imposición cuando luego ha de justificarla ante su junta de gobierno y los hermanos de su cofradía. La negociación andaba mal de tiempo y ya atisbaba que prácticamente se iba a llegar a esta situación. No obstante, aplaudo la intención del Consejo de Cofradías de tratar de llegar a un acuerdo. Hay que darle soluciones a la Madrugá y ahora contamos con un año para que todas las hermandades tengan la voluntad de mejorarla.
—¿No tiene la impresión de que la reforma de la Madrugá se ha cerrado en falso?
—Bueno, yo creo que era la solución a la que por razones de tiempo estábamos ya abocados. Lo que vamos a tratar, mirándolo desde un punto de vista positivo, es que las incidencias que se den este año en la Madrugá sean las menos posibles y que las hermandades puedan discurrir de una manera normal y sin retrasos que puedan provocar situaciones de aglomeración. Intentaremos que salga todo lo mejor posible.
—¿Debe hacerse al Cecop más partícipe de las negociaciones de la Madrugá?
—Siempre he dicho y mantengo que el Cecop tiene que dar la opinión una vez que las hermandades, que son soberanas, y el Consejo de Cofradías adopten una decisión de consenso, nunca antes. A partir de ahí, el Cecop tendrá que pronunciarse necesariamente porque, no en vano, es el responsable de coordinar no sólo los servicios municipales, sino la seguridad en la ciudad.
—La primera Semana Santa de la era Espadas ¿qué novedades contempla en materia de seguridad?
—Vamos a ser muy celosos, y se va a notar, en la coordinación que tenía que haber necesariamente de los servicios municipales y de los servicios de seguridad (Policía Local, Bomberos y Protección Civil), coordinados lógicamente con la Subdelegación del Gobierno y el Cuerpo Nacional de Policía. Entendemos que el Cecop tiene que estar en plena Carrera Oficial y así va a ser. También habrá puntos móviles del Cecop en determinadas zonas de gran afluencia de público y de cruces de cofradías. Vamos a establecer planes de emergencia y de evacuación, como se ha hecho ya en Navidad, en determinadas zonas para saber dónde tiene que estar libre de obstáculos. Y lógicamente vamos a contar con todos los efectivos de Policía Local con que tiene que contar esta ciudad. Al mismo tiempo, queremos darle a Protección Civil un papel más importante, como puede ser el de la regulación de los cruces de Carrera Oficial. Y vamos a intentar determinar algunas zonas para que las personas puedan estacionarse en una silla o sentarse, pensando sobre todo en las personas mayores y de movilidad reducida. Además, estrenaremos una aplicación interna y novedosa (app) para que las hermandades puedan notificar directamente a los servicios municipales implicados (Alumbrado Público, Parques y Jardines...) los obstáculos de sus recorridos.
—¿Cuántos puntos móviles tendrá el Cecop y dónde estarán ubicados?
—Lo vamos a evaluar. Todos sabemos que hay puntos calientes: las Setas, Reyes Católicos, la Gavidia, algunas calles por el entorno de Mateos Gago y del Arenal donde también se dan algunos cruces importantes. Lo iremos valorando sobre la marcha.
—¿Cómo se va a regular, si es que se va a hacer, la presencia indiscriminada de sillitas plegables?
—Nosotros no podemos prohibir, ni sancionar, ni interrumpir una procesión, ni la Policía tiene que estar provocando una situación de conflicto con las personas que ya están estacionadas y sentadas. Evidentemente, si antes de pasar la cofradía hay personas sentadas en una zona de cruce, se les conminará a retirarse. Por eso queremos determinar qué zonas están libres de la catalogación como zona de tránsito para que las personas puedan sentarse en algunos espacios. La labor con el tema de las sillitas debe ser de prevención, pero nunca durante el discurrir de una cofradía.
—¿Son las Setas ahora mismo el punto más conflictivo de la Semana Santa?
—No especialmente. Lo que sí hay que vigilar con más detenimiento es que no se produzca la concentración de personas que, más que ver cofradías, lo que quieren es realizar una botellona o alterar con su comportamiento el normal desarrollo de la Semana Santa. Estas situaciones se tienden a dar especialmente en la Madrugá. El Ayuntamiento estará al máximo en todos sus servicios para que esa noche, como toda la Semana Santa, discurra con normalidad. Actuaremos además contra los establecimientos que venden bebidas sin permitirlo su licencia, y habrá que saber dónde están situados los comercios de conveniencia para limitar la venta de alcohol y su consumo irresponsable.
—¿Habrá más agentes de Policía en la calle?
—Efectivamente. Habrá los necesarios. Hemos puesto a disposición de la ciudad más de 700 policías en el Plan de Navidad y en Semana Santa haremos lo mismo. La Policía Local va a estar en la calle en tareas propias de la Policía Local y desde luego no vamos a escatimar en el número de efectivos.
—¿Habrá parcelas gratuitas de sillas fuera de la Carrera Oficial, como en el último año del alcalde Monteseirín?
—Ahora mismo no, ni se ha planteado ese debate. Personalmente, y a este equipo de gobierno, claro que nos gustaría. Lo que sí me he preocupado de que el Ayuntamiento disponga de unas 200 sillas en la plaza Virgen de los Reyes para que personas que no tengan recursos y que, perteneciendo a determinadas organizaciones y asociaciones, puedan disfrutar de la Semana Santa. También he hecho una propuesta al Consejo para que, a la salida de la Catedral, en la esquina de Placentines y Alemanes haya una zona provista para personas con movilidad reducida.
—¿Apuesta por un escenario con mayor aforo para acoger el pregón?
—Este año tenemos un pregonero para llenar dos o tres Maestranzas. Pero es cierto que si lo desplazamos a las afueras de la ciudad, dificultaríamos el acceso de las personas y habría que cuidar también el tipo de escenario. A un pregón de la Semana Santa no le pega un gran escenario de espectáculos. Es verdad que se queda corto, pero ahora mismo creo que el Maestranza es un escenario apropiado.
—¿Qué espera del pregón de Rafa Serna?
—Lo que muchos sevillanos y sevillanas esperan con entusiasmo: ver y escuchar el pregón de un artista que vive y ama a su ciudad, que conoce perfectamente el mundo de las hermandades y que canta a Sevilla como pocos. Estoy expectante. No he podido tener mejor estreno como presentador de un pregonero que con Rafa Serna. Además, he tenido la oportunidad de conocer a una persona entrañable y buena.
—A la vista del éxito de las exposiciones del Mercantil. ¿Cree que necesita Sevilla un museo de las cofradías?
—Sevilla lo viene necesitando desde hace mucho. Hay otras ciudades que ya disponen de él y no tienen ni la profundidad ni la riqueza patrimonial que atesoran nuestras hermandades. Se necesita por dos aspectos: primero, porque hay hermandades que no disponen de un espacio propio para que conozcamos todo su patrimonio, y segundo, para que las personas que nos visitan se puedan hacer una idea de lo que Sevilla alberga en sus entrañas, que es un rico patrimonio religioso y cultural, de gran valía y forjado no sólo por las donaciones de personas pudientes, sino gracias al sacrificio de hermanos y hermanas a lo largo de siglos. Uno de los hitos fundamentales que se ha marcado este equipo de gobierno en Fiestas Mayores es el Museo de Hermandades y Cofradías de Sevilla y, en segundo lugar, un Centro de Documentación para que los archivos y el legado histórico de estas hermandades se puedan conocer y estudiar. Son dos asignaturas pendientes que tiene esta ciudad e intentaremos en estos cuatro años, porque ésa es la voluntad del alcalde, buscar un sitio propicio en una ubicación adecuada para que esta ciudad no se prive más de lo que está reclamando a voces, un museo de las cofradías.
—¿Barajan ya algún emplazamiento?
—Hemos estado barajando y viendo. Algunos se escapan en los costos, pero llegará la oportunidad.
—Sabemos que usted es hermano de la Macarena ¿Se ha imaginado ya cómo será su primera Semana Santa como delegado?
—Va ser intensísima, tanto desde el punto de vista de disfrute personal como cofrade, como por la responsabilidad que tengo para la ciudad, como delegado de Fiestas Mayores y también de Seguridad y Movilidad. Trataré de visitar a las hermandades por las mañanas y por las tardes estaré ocupado en la supervisión de todo este entramado. ~