Miles de sevillanos se han echado a la calle para acompañar al Gran Poder en la vuelta a su templo, en una soleada mañana de domingo en la que el fervor y el recogimiento están siendo la nota dominante.
Tras su paso por las naves de la Catedral, el Señor de Sevilla ha enfilado la Avenida de la Constitución, hasta recalar en la Plaza Nueva entre una marea de devotos. Allí, la banda municipal ha interpretado Ione, haciendo las delicias de los presentes.
El recorrido sigue hasta su basílica, en San Lorenzo.