Sin apenas cambios y a la espera del bisturí

Como aquella Semana Santa del 92 –de la que conmemoramos el 25 aniversario– en la que el buen tiempo y el calor fueron la tónica reinante, los sevillanos vuelven a suspirar, a las puertas de una nueva Semana Mayor, por siete días de plenitud de procesiones. Los pronósticos meteorológicos apuntan a la posibilidad del pleno, con días que se anuncian principalmente soleados y con el termómetro buscando los 30 grados. Aunque si por algo se caracteriza la primavera es por su tiempo inestable, de ahí que siempre sea aconsejable esperar a que estos favorables augurios se acaben también confirmando para los últimos compases de la semana. No hay que remontarse mucho tiempo atrás para encontrar una Semana Santa con todas las cofradías en la calle: la última fue la de 2015, que se recordará como la de la visita del rey Felipe VI a Sevilla un Lunes Santo para ver procesiones.

A tan sólo unas horas de que la voz del niño Rafael Molina Domecq abra oficialmente los desfiles procesionales en la Campana al solicitar la venia de la Borriquita, la Semana Santa que hoy comienza casi será un calco de la anterior en cuanto a la nómina de horarios e itinerarios. La diferencia estará en los pequeños detalles de cada hermandad, en las nuevas incorporaciones y también en las ausencias. Así, por ejemplo, este Domingo de Ramos arrancará de mañana en el Porvenir con unos sonidos bien distintos a los que han sido habituales durante los últimos 23 años. Los toques de clarines y timbales del Escuadrón de Caballería de la hermandad de la Paz ya sólo son un recuerdo. La corporación del Porvenir ha prescindido de los servicios del ya extinguido escuadrón de lanceros y banda montada que precedía desde el año 1995 a la cruz de guía de estos blancos nazarenos. En su lugar serán los sones de la agrupación musical del proyecto Fraternitas, del Polígono Sur, los que abran paso a la comitiva. También se estrena Ernesto Sanguino como capataz general de la cofradía en Semana Santa, en sustitución de Antonio Santiago.

En una Semana Santa con escasos cambios en su nómina –a la espera de la aplicación del bisturí en jornadas históricamente complicadas como la Madrugá y el Martes Santo–, la modificación más sustancial es la que protagonizará la hermandad de la Resurrección que por vez primera, desde su debut penitencial en el año 1982, abandona las tinieblas de la madrugada para poner su cruz de guía en la calle a plena luz del día. Las puertas de Santa Marina se abrirán este año a las 8.30 horas. Se trata del primero de los tres años de prueba que se han marcado los hermanos de La Resurrección para calibrar las bondades de este nuevo horario matinal, cuya ratificación definitiva deberá ser sometida a cabildo general extraordinario antes de la Semana Santa de 2020. La aprobación de este cambio horario ha supuesto, de entrada, un estirón importante de la nómina de la cofradía. En total serán 390 los hermanos que vistan la túnica de nazareno en esta primera salida matinal. Se trata de la cifra más alta en la historia de la corporación y un 30% más de nazarenos de los que salieron en 2016.

La del crecimiento en número de nazarenos en muchos cortejos parece que será una tendencia bastante generalizada esta Semana Santa, a tenor de las cifras oficiales aportadas por las propias hermandades una vez finalizado el periodo de reparto de las papeletas de sitio. Así, por ejemplo, la hermandad de La Estrella pondrá hoy en la calle la comitiva más numerosa de su historia, con 2.183 nazarenos (2.050 en 2016). El Martes Santo la hermandad de la Candelaria sacará un 3,5% más de nazarenos que la pasada Semana Santa.

Aunque a tenor de las previsiones meteorológicas no parezca que pueda producirse alguna incidencia, el Consejo de Cofradías ha introducido este año una importante novedad en la redacción de las Normas de la Semana Santa para conocimiento y cumplimiento de los responsables de las cofradías. Cuando una hermandad se vea obligada a refugiarse en la Catedral o en otro templo a causa de las inclemencias meteorológicas y tenga que regresar a su sede en un día diferente al de su salida procesional, los pasos podrán contar de nuevo con acompañamiento de bandas de música, eliminando así la prohibición introducida en 2011 por el Consejo de Adolfo Arenas. Pero mejor olvídense de la lluvia, porque no parece que vaya a visitarnos esta Semana Santa.