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La Macarena y la Esperanza de Triana permanecen hasta el próximo domingo en besamanos con motivo de la cercana festividad de la Expectación. / Fotos: Hermandades -
La Esperanza Trinitaria luce de blanco en el altar mayor de la Basílica. Un coro canta a la Virgen de la O. -
Las bambalinas enmarcan el montaje del besamanos de Gracia y Esperanza. -
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Tiempo de Esperanzas
Las cinco dolorosas que se veneran con esta advocación están en besamanos hasta el domingo
En la Resolana la Macarena extiende su mano cobijada tras un talud inclinado de flores, inspirado en los jardines de Versalles, donde sobresale un majestuoso anagrama de María confeccionado con limoniums. Y en la calle Pureza el bello cuidado y montaje hace un guiño al 750 aniversario de la parroquia de Santa Ana cobijando en un manifestador del siglo XVIII sendas miniaturas de la santa Abuela y la Virgen.
Las cinco dolorosas veneradas bajo la advocación de la Esperanza ya han descendido de sus altares para ofrecer sus manos a los fieles hasta el próximo domingo en un rito que devolverá la invernal estampa de largas colas junto al Arco de la Macarena y a las puertas de la capilla de los Marineros.
En la Basílica de la Macarena los priostes han optado por revestir gran parte del altar mayor con un gran telón formado por cortinajes de color burdeos para realzar la embocadura de plata del camarín de la Virgen, en cuyo interior aparece el clásico sillón regio, esta vez sin escalinatas que desciendan hasta el presbiterio. Luciendo el popular manto de la coronación y escoltada por dos grandes candelabros de plata de ley de nueve luces y estética neobarroca, la Esperanza se encuentra situada en el presbiterio alto del altar mayor, para que pueda ser vista desde cualquier punto de la Basílica. Dos plataformas laterales conducen a los fieles hacia la imagen. Mediante rampas se permite la accesibilidad a mayor número de fieles y se garantiza que personas con discapacidad puedan participar con mayor facilidad del besamanos.
Al otro lado del puente, la Virgen de la Esperanza de Triana luce radiante ataviada con un tocado de plata y oro, aderezado en forma de refregaor, y vistiendo el más antiguo de sus mantos procesionales, el conocido como el manto de los dragones, obra realizada en el año 1947 en el taller de Esperanza Elena Caro. Completan su atuendo la toca de sobremanto de las Hermanas Martín Cruz y la saya cerámica con bordados de Santa Bárbara y diseño de Javier Sánchez de los Reyes que estrenara la Virgen en el 25 aniversario de su coronación canónica. Desde lo más alto de la capilla vuelven a colgar las lámparas de araña iluminando un montaje enmarcado por la grandiosidad del retablo del altar mayor y presidido, desde la embocadira del camarín, por el Simpecado de la cofradía, a cuyos pies, y sobre una mesa de altar tapizada con los faldones del antiguo paso de la Custodia de la Sacramental de Santa Ana, se expone un manifestador cedido por la hermandad de la Amargura de Alcalá de Guadaíra que cobija a un grupo escultórico de Santa Ana y la Virgen.
En la parroquia de San Roque, en la calle Castilla y en la Basílica de la Trinidad también han dado comienzo los besamanos a las imágenes de Gracia y Esperanza, la dolorosa de la O, y la Esperanza de la Trinidad, ésta última ataviada por entero de blanco.
Para el fin de semana también estarán expuestas a la veneración de los fieles las imágenes de la Virgen del Sol, la Divina Enfermera, la Virgen de Loreto de San Isidoro y la dolorosa de Guadalupe de la hermandad de las Aguas.