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La delegada del distrito, Adela Castaño, y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas. (Inma Flores)
Torreblanca necesita su hermandad porque ese barrio quiere tener argumentos sólidos para tirar adelante día tras día. Y dos de esos argumentos son el Señor Cautivo y María Santísima de los Dolores, que ayer llenaron las calles de esperanza para todos los vecinos.
La hermandad tuvo que aplazar una hora su salida dado que las previsiones del tiempo no eran buenas, y justo cuando se tenían que abrir las puertas de la parroquia llegaban malas noticias desde Padre Pío. La hermandad se había dado la vuelta por la fuerte amenaza de lluvia. Tras esa hora de espera, con el cuerpo de nazarenos dentro de la parroquia y en las dependencias anexas aguantando de forma admirable, el hermano mayor, José M. Romana, tomó el micrófono para pedir que se fuera formando la cofradía al tiempo que anunció la buena nueva: “Torreblanca sale a la calle”, una frase que provocó la ovación de todo el cuerpo de nazarenos.
La apertura de la enorme puerta parroquial provocó también la ovación en el exterior del templo, donde cientos de vecinos llevaban aguardando algunas horas para no perder detalle de todo lo que ocurriera durante la salida. El tiempo seguía respetando al cortejo y el cortejo de Torreblanca comenzaba a recorrer una de las zonas más degradadas del barrio. Y allí estaban los vecinos de Torreblanca, buscando esperanza y cargándose de razones para seguir adelante mañana.