Un calvario histórico para los cinco meses de exilio en la Magdalena

La hermandad de Montserrat dispone a sus imágenes penitenciales juntas en un altar junto a la puerta del Jubileo, como ya ocurriera hace siete años

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
16 may 2017 / 16:30 h - Actualizado: 16 may 2017 / 16:32 h.
  • Disposición de las imágenes de Montserrat en la Magdalena. / Antonio Barrera
    Disposición de las imágenes de Montserrat en la Magdalena. / Antonio Barrera

Escoltado por San Dimas –el buen ladrón– y Gestas –el mal ladrón– y con las imágenes de la Virgen de Montserrat, la Magdalena y San Juan Evangelista a sus pies. Así se encuentra en el antiguo templo dominico de San Pablo la portentosa talla del Cristo de la Conversión que dentro de dos años cumplirá un siglo de su hechura por el cordobés Juan de Mesa.

Las obras de la casa de hermandad, anexa a la capilla, han llevado a la cofradía del Viernes Santo a mudarse por unos meses a la vecina parroquia de Santa María Magdalena. Como ocurriera al menos en los dos últimos exilios (2009-10, por obras en la fachada; y 2001, por la celebración del IV centenario de la corporación), las imágenes penitenciales que habitualmente reciben culto en el altar principal de la capilla de Montserrat se disponen recreando un calvario completo en un sencillo altar junto a la puerta del Jubileo, muy próximo a la capilla del Calvario.

Delante de los altares de la Virgen del Carmen y San José se levanta un dosel de damasco rojo que sirve de telón de fondo para acoger la escena de las tres cruces y la Magdalena arrodillada –como se puede ver en el paso procesional el Viernes Santo–, a la que se suman también la dolorosa y el Discípulo Amado. Una tanda de candeleros con cera blanca se dispone en la delantera.

La estancia en la Magdalena se prolongará al menos hasta mediados de octubre, cuando está prevista que finalice la actuación en las dependencias de la corporación. El proyecto de obras recoge la reordenación y racionalización del actual espacio de la casa de hermandad. Además se incluye la instalación de un ascensor para hacer más accesible las distintas zonas administrativas y de reunión de la cofradía. «El equipo de priostía llevaba tiempo reclamándolo pero también nos mueve la necesidad de dar respuesta a los hermanos que tienen problemas de movilidad», ha detallado a este periódico el hermano mayor de Montserrat, Francisco Javier Yoldi.

Cambio de misas

Estos cinco meses en la parroquia de la Magdalena supondrán además ciertas alteraciones en la vida cultual de la corporación. En este sentido, la misa de 12.30 horas de los domingos queda suspendida y la de los viernes se celebrará ahora los miércoles a las 20.15 horas a partir del próximo día 24.

Este tiempo de exilio coincidirá además con los cultos de regla de la Virgen del Rosario, imagen titular letífica que reside todo el año en la Magdalena, así como la celebración de la misa de la coronación de la Virgen de Montserrat de Cataluña en septiembre.