Sus hijas María del Carmen y Débora María y su hijo Luis Ángel, también escultor, aportan con sus testimonios la visión «más humana y desconocida» del imaginero que revolucionó con su expresionismo la estética conocida de la Semana Santa. El director sevillano Julio Vera García se ha atrevido a condensar en 35 minutos de documental la vida de Luis Ortega Bru, el creador gaditano de cuyo nacimiento se cumplen este mes cien años. La efeméride no ha pasado desapercibida para la hermandad de Santa Marta, depositaria de una de las obras más importantes legadas por el escultor de San Roque, el Cristo de la Caridad y el dramático misterio del Traslado al Sepulcro, a cuya gubia obedece toda su imaginería a excepción de la Virgen de las Penas y de la talla de Santa Marta.
Dentro de los actos conmemorativos organizados por la corporación de San Andrés con ocasión del centenario, este viernes tendrá lugar en la sede del Real Círculo de Labradores el estreno del documental Luis Ortega Bru: luz y embrujo. Esta producción ha sido encargada por la hermandad a una «persona con amplia experiencia y conocimientos en el campo de la realización cinematográfica y audiovisual», como es Julio Vera García, autor de varios cortos y también de la serie 18.0, nominada a los premios ASECAN, «los goyas andaluces».
La obra, que ha sido rodada en diversos escenarios de Sevilla y en otras localidades como San Roque, cuna del artista, Alcalá del Río, donde tiene su hijo Luis Ángel el taller, y Jerez, abarca momentos puntuales y simbólicos de la vida de Ortega Bru desde tres puntos de vista: una visión introspectiva que conduce al interior de su fuerte personalidad, manifestada en la cinta con una voz en off que traslada el pensamiento del propio artista; una narración lineal de su vida; y, por último, la referencia personal de aquellos que por una u otra circunstancia conocen los más íntimos detalles que ayudan a profundizar en el conocimiento de tan afamado escultor e imaginero.
De este modo, relata Julio Vera,la cinta está salpicada de anécdotas sobre su vida familiar que aportan una «visión más humana» del artista. «El documental trata de desvelar cómo era el Ortega Bru más desconocido: desde cómo se sentaba en la mesa a comer a cómo era su vida diaria, que transcurría sin descanso entre el taller y su casa hasta meterse en la cama pensando en su obra».
Para el director y guionista de este documental, Ortega Bru fue un artista global, personal y auténtico que desbordó los límites que le imponían la cerrada estética de las cofradías. «Su verdadero talento no reside en la escultura sacra, sino en todas esas pinturas y esculturas abstractas que se conservan en el museo de Sn Roque». Y añade: «Si en lugar de haberse marchado a Madrid hubiese frecuentado otros círculos artísticos y otras tendencias en ciudades como Barcelona o la misma París, hoy estaríamos hablando de un artista universal, pero centró su producción demasiado en la imaginería religiosa».
Una disposición excepcional de las imágenes. Santa Marta ha colocado de forma excepcional durante esta semana todas las imágenes que conforman el misterio del Traslado al Sepulcro en el altar de su capilla en la parroquia de San Andrés con motivo del centenario del nacimiento de Ortega Bru. Los actos conmemorativos arrancarán este jueves con una misa en su memoria con asistencia de las hermandades del Baratillo, Monte-Sión, San Gonzalo, la Cena, Virgen de la Sierra y Santa Marta. A su término, se ofrecerá un responso y ofrenda floral anter la lápida de la capilla donde descansan sus restos mortales. Seguidamente, en la casa hermandad, tendrá lugar una mesa redonda con participació de su hijo, el catedrático José Fernández, el profesor Manuel Jesús Roldán y el periodista Enrique Hernández.