Es una de las voces más conocidas del programa El Llamador, de Canal Sur Radio. El periodista José Manuel de la Linde, uno de los referentes de las retransmisiones radiofónicas de la Semana Santa de Sevilla en esta cadena autonómica, ha sido sancionado con una multa de 601 euros por haber originado, supuestamente, «una alteración del orden público» durante la procesión extraordinaria que protagonizó el Señor del Gran Poder a la Catedral de Sevilla el 3 de noviembre de 2016 para presidir la misa del Jubileo de las Hermandades.

En concreto, y según la denuncia formulada contra el periodista, los hechos se produjeron en la calle Cuna, a la altura del número 51, cuando De la Linde fue requerido por un agente de la Policía Nacional para que se identificase. En la denuncia, formulada en virtud del artículo 11 de la Ley Orgánica 2/1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se asegura que «el denunciado obstaculiza de manera continuada el paso en el desfile procesional de la imagen del Cristo del Gran Poder, creando constantemente un grave peligro para los asistentes».

«Los actuantes –sigue diciendo la denuncia- son requeridos hasta en cinco ocasiones por los miembros de la Cofradía para solventar la situación con la reiterada desobediencia de éste, manteniendo una actitud desafiante hacia los agentes, levantando continuamente la voz dice: “soy periodista y voy a escribir mal de la Policía», creando malestar entre los asistentes, que le mandan a callar y creando una alteración del orden público».

El interesado ha tenido conocimiento de esta denuncia a través de una notificación de la Agencia Tributaria del Ministerio de Hacienda en la que se le informaba de la retención de la devolución del IRPF correspondiente al ejercicio 2016 y de las deudas que todavía tiene pendiente de compensar hasta alcanzar los 721, 20 euros, cantidad a la que se ha disparado la sanción de 601 euros después de los recargos de demora.

El periodista de Canal Sur Radio asegura que ese día sólo permaneció un cuarto de hora ante el paso, a una distancia de unos 15 metros, con el único afán de desempeñar su trabajo y entrar en directo en los informativos locales y de cadena. De la Linde asegura que sólo fue requerido en tres ocasiones, y no cinco como expresa la denuncia, y siempre por el mismo policía. «En una de ellas fueron sus propios compañeros los que le pararon y le comentaron que me dejara trabajar. Eso es lo que más le molestaría. Estábamos allí trabajando con el consentimiento de la junta; de hecho uno de sus oficiales, Roberto Pardo, ya tuvo que parar al mismo agente en varias ocasiones, ya que en la salida había cogido por el pecho a otro periodista. Cuando acabé mi trabajo se me acercó y me pidió el DNI, pero no me comunicó que iba a ser sancionado. Creí que todo quedaría en una anécdota», expresa el periodista.

De la Linde niega que en ningún momento creara un grave peligro para los asistentes a la procesión y también rechaza que desafiara al agente con “escribir mal de la Policía, entre otras cosas porque soy de radio”.

El denunciado ha recurrido al amparo de la Asociación de la Prensa y ha puesto su caso en manos de los servicios jurídicos de Canal Sur Radio. Cree que el suyo es un claro caso de “coacción al ejercicio de la profesión”. Además, lamenta que ni siquiera se le haya notificado la denuncia a su verdadero domicilio –el Ayuntamiento cambió la numeración de la calle donde vive–, por lo que no ha podido realizar alegaciones ni acogerse a la opción del pronto pago.