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El Cautivo de Torreblanca (1992) se debe a la gubia de Jesús Méndez Lastrucci, nieto del insigne imaginero Antonio Castillo Lastrucci. / Inma Flores
«Fíjate la ilusión que ha generado la noticia en el barrio que ya hay muchos hermanos preguntando cuándo tienen que sacar sus papeletas para acudir a la Catedral». Torreblanca y su hermandad de penitencia escribirán el próximo 19 de febrero una de las más bellas páginas en la historia de la Semana Santa de Sevilla y de sus cofradías. El Señor Cautivo ante Pilato pisará la Catedral de Sevilla para presidir el Viacrucis de las Cofradías, convirtiéndose así en la primera imagen titular de una hermandad de vísperas designada por el Consejo para participar en el primer gran acto público de la Cuaresma sevillana.
Desde el propio alcalde de Sevilla, Juan Espadas, pasando por un gran número de hermandades e instituciones sevillanas, han mostrado públicamente su alegría por la noticia de la elección de esta imagen, gubiada por Jesús Méndez Lastrucci en 1992, para presidir, en representación de todas las cofradías, el rezo de las catorce estaciones en la Catedral. En palabras de su hermano mayor, José Manuel Romana, la «inesperada» decisión del Consejo ha desatado desde la noche del lunes un «aunténtico boom», no sólo entre los 1.683 hermanos que, según el último recuento oficial, componen la nómina de Torreblanca, sino entre el conjunto de las hermandades de vísperas de Sevilla, que han acogido la noticia como un primer y merecido reconocimiento del establishment cofradiero al importante y sacrificado trabajo que realizan estas corporaciones en el ámbito de sus respectivos barrios. «El primer lunes de Cuaresma las diez hermandades de vísperas seremos una única hermandad. Siempre hemos presumido de nuestra unión y en esa histórica jornada así se demostrará».
Sólo hasta el mediodía de este martes, la noticia de la designación del Cautivo de Torreblanca había generado casi tres millones de impatos en la red social Twitter, lo que da una idea de la resonancia que en el orbe cofradiero ha tenido esta histórica elección. «¿El barrio? Pues imagínate, todo el mundo está lleno de alegría, de gozo y de satisfacción. Todas las entidades del barrio nos han trasladado sus parabienes: asociaciones de vecinos, clubes de fútbol, la hermandad del Inmaculado Corazón de María, la asociación de San Francisco Javier... Los grupos de whatsapp de la hermandad echan humo», apunta con un cierto timbre de orgullo y emoción en su voz el máximo responsable de una cofradía que en su todavía corta historia –en 2019 cumplirá sus primeros 25 años– ya le ha tocado romper numerosas barreras.
En el año 1994, por primera vez en la historia de las cofradías de Sevilla, el entonces arzobispo hispalense Carlos Amigo erigía una hermandad penitencial que no realizaría su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral. En mayo de 2006 la de Torreblanca se convirtió también en la primera hermandad de vísperas en ser distinguida con la Medalla de la Ciudad en reconocimiento a la labor realizada en las diferentes campañas organizadas en el barrio para la donación de sangre. Ahora, esta hermandad «sencilla y humide, pero muy dinámica», volverá a hacer historia con la designación de su titular cristífero para presidir el Viacrucis cuaresmal. «Parece que siempre nos ha tocado ser pioneros en muchas facetas, pero estamos muy satisfechos de ir rompiendo estas fronteras».
Un histórico de Torreblanca como Manuel Santizo, actual diputado de cultos y hermano mayor entre diciembre de 1997 y junio de 2006, sueña ya con ese 19 de febrero. «No te puedes imaginar la alegría que ha supuesto la noticia de la designación» en un enclave urbano de una gran complejidad social y que está considerado el cuarto barrio más pobre de España, según las estadísticas del INE, en función de la renta media de sus habitantes. «Ya era hora de que las corporaciones de vísperas protagonizaran este acto», señala Santizo con cierto tono de reivindicación, a la par que revela que, ya en 2001, siendo hermano mayor, a punto estuvo el Cautivo de Torreblanca de salir elegido. «Finalmente, fue el Cristo del Calvario».
Otro ex hermano mayor, Luis Miguel González, agradece la segunda oportunidad que les ha concedido el destino para que su Cristo pueda pisar la Catedral, después de que en 2013 la lluvia impidiera el magno Viacrucis del Año de la Fe, en el que participaba el misterio del Cautivo ante Pilato. «Estoy seguro de que Torreblanca se quedará vacía el 19 de febrero para acompañar a su Señor en esta misión evangélica»