Yoga para costaleros y nazarenos

El centro Oyoga ofrece clases específicas para prepararse para soportar kilos y horas de penitencia bajo las trabajaderas o tras el antifaz de cara a la Semana Santa

24 feb 2016 / 22:05 h - Actualizado: 24 feb 2016 / 22:09 h.
"Cofradías","Cuaresma 2016"
  • Lourdes Vidal, fundadora de Oyoga. / Pepo Herrera
    Lourdes Vidal, fundadora de Oyoga. / Pepo Herrera

Reforzar la espalda y el cuello, estabilizar las caderas y el abdomen, tener conciencia del movimiento, conexión entre el cuerpo y la mente para trabajar en equipo al tiempo que crear un espacio de silencio que permita entrar en contacto con Dios o con el alma de cada uno... Todos, a priori, requisitos imprescindibles para que un costalero pueda hacer bien su trabajo y no termine con el cuerpo machacado cuando el Domingo de Resurrección cuelgue la ropa esperando retomar los ensayos. Pues estos son los objetivos de las clases específicas de yoga para costaleros «y nazarenos» que Oyoga ha puesto en marcha esta Cuaresma.

«Nuestros alumnos son profesionales liberales, la mayoría abogados y periodistas, y algunos son nazarenos, así que fue a ellos a quien se les ocurrió la idea» de ofrecer clases para los que este año harán penitencia bajo las trabajaderas o tras el antifaz, explica la fundadora de Oyoga, Lourdes Vidal, que admite que este año les ha pillado un poco el toro para ofrecer este servicio que llevan también a las hermandades si éstas lo requieren: «Podemos enviar a un profesor a la casa hermandad para trabajar con los costaleros y hacer con ellos yoga y meditación».

Y es que Lourdes Vidal está convencida de que es posible casar estas dos tradiciones: la Semana Santa sevillana, «profundamente arraigada», y la tradición india del yoga, «muy antigua y muy respetada». Si bien, explica la fundadora de Oyoga, el yoga que desarrollan en su sede de la calle Curtidurías es el vinyasaflow, el que «los americanos han adaptado al hombre occidental», que pasa muchas horas sentado ante el ordenador, con lo que tiene la espalda tensa, la musculatura de las piernas por detrás acortada, los hombros hacia adelante... y la mente también tensa. Así que este tipo de actividad que vendría bien a cualquier urbanita, cobra más importancia si tienes que cargar cientos de kilos sobre la cervix durante horas. «Con esta idea, hemos llegado a entender que el yoga nos ofrece herramientas para poner en práctica en nuestra vida que nos ayuda a concentrarnos, a vivir calmado y a cuidar nuestro cuerpo». De hecho, destaca Vidal, que explica que trabajan con fisioterapeutas y médicos, «cada clase tiene un fin anatómico concreto».

De momento, sólo dos costaleros, que han llegado al centro por mediación de alumnos habituales, se han interesado por estos cursos. Pero, en cambio, sí se han acercado muchos nazarenos, «que se llevan muchas horas sentados por su trabajo y después tienen que aguantar muchas horas de pie, con parones, y notan cómo se resiente después la espalda». Pero Vidal está convencida de que «si lo probaran» acudirían muchos más: «La concentración, el silencio, la fuerza y tomar conciencia, por ejemplo, de los músculos profundos, que no se suelen trabajar en Occidente porque nuestros gestos son más bruscos», de manera que esos músculos producen dolores porque «están debilitados». El yoga, detalla Lourdes Vidal, «permite fortalecer el cuerpo, esa musculatura profunda, y conseguir estabilidad». En definitiva, «es un trabajo muy potente como el del costalero».

En cualquier caso, para el que se anime, Oyoga, que abrió sus puertas en mayo del año pasado, ha reservado el horario de los lunes y jueves de 18 a 19 horas y de 20 a 21 horas para estas clases específicas. Pero, como el centro abre de 8 a 22 horas, se adaptan a las necesidades de quienes lo requieran.