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Actualizado: 13 sep 2018 / 20:46 h.
  • Dos colosos (enfermos) frente a frente
    El Museo de Artes y Costumbres Populares, visto desde el Arqueológico / C.R.
  • Dos colosos (enfermos) frente a frente
    Interior del antiguo Pabellón Mudéjar. / C.R.
  • Dos colosos (enfermos) frente a frente
    Antiguos utensilios de la vida cotidiana en Artes y Costumbres Populares. / C.R.
  • Dos colosos (enfermos) frente a frente
    ‘Sala Imperial’ en el Museo Arqueológico. / C.R.
  • Dos colosos (enfermos) frente a frente
    Trasera del Arqueológico, asegurada con puntales. / C.R.

Se miran. Están frente a frente. Son, sin duda, dos de los más majestuosos edificios de Sevilla. Ambos dan cobijo a tesoros dignos de un desmayo. Y tanto el uno como el otro están necesitados con urgencia de un médico. Son el Museo de Artes y Costumbres Populares y el Arqueológico, vecinos de rellano en la Plaza de América, entre palomas y puntales, entre albero y mallas de protección. Su estado de precariedad ha dado este año unas cuantas páginas de periódico, por lo que no deja de saludarse la intención del nuevo ministro de Cultura, José Guirao, expresada este verano, de meter mano cuanto antes a estas instituciones culturales tan deslumbrantes como renqueantes.

En un informe facilitado a este periódico por la Delegación del Gobierno de la Junta en Sevilla se detalla la situación actual de estos museos, que junto con el de Bellas Artes conforman el Triángulo de las Bermudas del descuido cultural sevillano por parte del Gobierno central. Tanto el Arqueológico como el de Artes y Costumbres Populares son museos dependientes de la Delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte en Sevilla. En el citado documento se subraya que la Consejería de Cultura «ha vuelto a realizar un importante esfuerzo este año para dotar nuestros museos con los medios necesarios para un funcionamiento óptimo, y que el Ministerio de Cultura ha retomado el proyecto de reforma del Museo Arqueológico librando crédito para su actualización».

Hay que ir por partes: según se indica, la situación actual del Museo Arqueológico de Sevilla, que se encuentra –por la calidad de sus colecciones– entre los tres primeros de su tipología en España, está marcada por la pendiente ejecución del proyecto de rehabilitación integral del que fuera Pabellón de Bellas Artes de la Exposición Universal de 1929, obra de Aníbal González, donde está ubicado desde los años cuarenta del siglo XX. Esta circunstancia incide no solo en la materialidad del edificio –se recuerda por parte de la Junta– sino, también, en aspectos relacionados con la museografía y los recursos didácticos de las salas de exposición permanente.

En el contexto de unas competencias museísticas compartidas entre el Estado como titular del museo y la administración autonómica como gestora, y como recordará el lector, el Ministerio de Cultura adjudicó al arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra la redacción del proyecto de ejecución de la rehabilitación integral del museo. Dicho proyecto fue entregado en 2011 pero la situación económica ha impedido el inicio de la obra. No obstante, el Ministerio ha vuelto a manifestar su «firme intención» de retomar la inversión paralizada, consignando en los presupuestos de este año una pequeña cantidad para la actualización del proyecto. Desde la citada Delegación se espera que esta inversión signifique un primer paso y que en la próxima anualidad podamos ver el inicio de la necesaria reforma.

Entretanto, la Consejería de Cultura ha iniciado ya los trabajos preparativos necesarios para una obra de este tipo, incidiendo en las tareas internas de adecuación de los ingentes fondos almacenados en un museo que, además de sus colecciones históricas, recibe anualmente una gran cantidad de fondos arqueológicos procedentes de toda la provincia de Sevilla. Son trabajos de actualización de inventarios, catálogos, embalajes, sistemas de almacenaje, etc., los que se priorizan en estos momentos, con objeto de su futuro movimiento ante una intervención arquitectónica de tal magnitud.

Más visitantes

El Museo Arqueológico recibió la visita de la exposición y otros servicios por parte de 78.065 ciudadanos durante 2017, lo que supuso un aumento del 7,5 por ciento respecto al año anterior. No obstante, no es esta una anualidad ordinaria, debido sobre todo a los reiterados cierres de esta primavera motivados por la clausura preventiva del Parque de María Luisa por inclemencias meteorológicas (en todo caso, el Ayuntamiento de Sevilla ya ha concluido las actuaciones que eran necesarias para minimizar estos inconvenientes en un futuro).

Los mencionados cierres también han afectado en gran medida al desarrollo de la programación de actividades de difusión. Independientemente de las visitas a las exposiciones temporales, que el año pasado marcaron un hito con los más de 50.000 visitantes de la primera muestra sobre el descubrimiento del Tesoro de Tomares, durante este año los cierres del parque han obligado a reprogramar distintas actividades. Es de agradecer, y así se indica desde la Junta, la buena respuesta de los usuarios a pesar de estos inconvenientes.

Además de la exposición conmemorativa de Adriano, este año se ha ofertado como novedad un amplio catálogo de talleres de verano sobre los contenidos del museo para público familiar, actividades que se han sumado a los programas de difusión habituales, algunos de ellos ya consolidados desde hace varios años, como la actividad didáctica en las aulas de hospitales sevillanos, las visitas guiadas a colectivos y particulares, las conferencias de difusión sobre obras del museo (pieza del mes), las actividades especiales en días señalados (Día de Andalucía, Día de la Mujer, Día Internacional de los Museos, Navidad, Noche en blanco), etc.

Desde 2017 el museo también ha potenciado su actividad investigadora, especialmente a través del estudio del Tesoro de Tomares, articulado mediante un convenio de la Consejería de Cultura con la Universidad y el CSIC, iniciativa que está permitiendo avanzar en el conocimiento de este espectacular hallazgo, mediante trabajos de análisis, restauración, catalogación, microexcavación y diferentes estudios del tesoro.

Todas estas cuestiones son atendidas por una plantilla de algo más de cincuenta personas (técnicos de museos, administrativo, restauradores, encargados de personal y atención al público, conserje, auxiliares de instituciones, ordenanzas, expendedores, vigilantes, operarios de limpieza y dirección).

La planta principal está ocupada por un patio central que distribuye tres salas. Dos dedicadas a exposiciones temporales y otra que alberga la reconstrucción de las dependencias laborales y la vivienda de la familia Díaz Velázquez. La donación de las hermanas Díaz Velázquez, compuesta por más de 6.000 piezas, es una de las mejores colecciones de bordados y encajes conocidas en Europa. Además constituye un magnífico ejemplo de cómo un elemento social, en este caso un determinado tipo de negocio, refleja la ideología y la visión del mundo de una sociedad y un tiempo concretos. En este momento el museo trabaja para hacer esta exposición más atrayente y pedagógica relacionando sus contenidos con la actualidad.

Ahora mismo, y hasta mayo del próximo año, pueden visitarse dos exposiciones temporales: Animalia y Diversidad, Creatividad, Resistencia. Patrimonio Inmaterial de Andalucía. Animalia es una invitación a reflexionar sobre la relación del ser humano con los animales. La otra es una invitación a pasear, a través de su riqueza patrimonial, por la enorme diversidad cultural existente en Andalucía. Y una propuesta para el conocimiento y reconocimiento de nuestro patrimonio como un instrumento de transformación social.

La primera planta se encuentra cerrada desde hace algunos años. Han sido acometidas recientemente actuaciones de mejora, pero faltan otras, y está siendo objeto de análisis para la elaboración de una propuesta de intervención encauzada a su reapertura como espacio museográfico. Cosa que también está por ver. En la segunda planta se encuentran la biblioteca y la sala de conferencias. Además de oficinas y el taller de restauración.

Durante el año 2017 el museo recibió 58.139 visitas. A pesar de que este año, hasta el 31 de julio, el museo cerró 25 días completos y 4 días más durante media jornada debido al cierre del Parque de María Luisa por alertas meteorológicas, el número de usuarios ha sido de 40.395. Lo que supone un incremento del 22,5 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. La plantilla está compuesta por siete técnicos de museos, una administrativa, dos restauradoras, dos encargados de personal y atención al público, una conserje, tres auxiliares de instituciones, dos ordenanzas, tres expendedores, dieciocho vigilantes, cinco operarios de limpieza y la dirección.

Hasta aquí, los datos. A partir de aquí, las promesas. ¿Tendrá tiempo el Gobierno central, entre crisis propias, rectificaciones diversas y tribulaciones ajenas, de cumplir con lo prometido? Se sabrá muy pronto.

Pabellón Mudéjar

El Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla fue creado en 1972 y se instaló en el Pabellón Mudéjar que diseñó el arquitecto Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929. Está dedicado a conocer y difundir, a través de su patrimonio material e inmaterial, la cultura tradicional andaluza y su enorme diversidad. Son 8.000 metros cuadrados repartidos en cuatro plantas. El recorrido por este recinto ofrece tres grandes bloques temáticos: el análisis de las funciones y las tipologías del mobiliario y los utensilios domésticos; los oficios artesanales y las actividades de transformación de las materias primas; y las producciones cerámicas.

600 consultas de investigación al año

Aunque durante lo que queda de 2018 y 2019 el museo prestará especial atención a estas tareas internas ya citadas en el texto –inventarios, catálogos, embalajes, sistemas de almacenaje, etc– con vistas a la intervención tan esperada, el Arqueológico mantiene su tradicional oferta de servicios al público, centrada en su exposición permanente, que aunque abarca todo un amplio espectro cronológico desde el Paleolítico a la Edad Media, tiene sus puntos fuertes en las singulares colecciones calcolíticas, tartesias y romanas. En este periódico, a lo largo de dos amplias entregas, se han repasado en fechas recientes sus principales dotaciones. La visita a la colección permanente se complementa con otros servicios al público: biblioteca especializada en museología y arqueología, atención a consultas sobre las colecciones y a una gran cantidad de investigadores que estudian regularmente las piezas del museo (el museo atendió durante el pasado año más de 600 consultas o estudios de investigadores o de ciudadanos interesados).