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Actualizado: 21 feb 2018 / 23:24 h.
  • El padre del andalucismo, Blas Infante. / El Correo
    El padre del andalucismo, Blas Infante. / El Correo

Por la compañía han pasado numerosos actores y más de una generación, como atestigua el cuarto de siglo que llevan en marcha los miembros de La Fablilla Teatro, una compañía de aficionados que, en 2013, decidieron hacer lo que nadie había hecho hasta ahora; profundizar en la única –y muy desconocida– obra de teatro de Blas Infante y subirla al escenario.

Fue a iniciativa de un alcalde andalucista de Coria del Río como la idea comenzó a fraguar. Y a principios de 2014 ya estaba lista para el estreno Motamid, último rey de Sevilla, del padre del nacionalismo andaluz. «Hubo que adaptarla porque el lenguaje en el que Infante la escribió era complejo y poco teatral», explica José Antonio Barragán, uno de los actores. Sin embargo, pronto la iniciativa contó con el visto bueno de la propia Fundación Blas Infante, en cuyas instalaciones también han podido presentarla.

Y aunque han girado –se ha podido ver en localidades como Peñaflor, Ronda y en el mismo Museo de la Autonomía de Andalucía– los miembros de La Fablilla aspiran a llegar a más teatros. «Nos cuesta mucho cerrar funciones por el simple hecho de no ser una compañía profesional», lamentan. Mañana tendrán una nueva oportunidad de demostrar la valía de la obra de Infante subiendo el telón en el Centro Cultural Pastora Soler de Coria del Río (19.00 horas, entrada libre).

Codirigida por Rocío Gandul y Alfonso Fernández Vaquero, con adaptación del propio Fernández, la obra incluye los personajes de Blas niño y la abuela que van dando paso, a través de sus diálogos, a los tres actos. El montaje recrea la vida de Motamid que, según la leyenda, fue el último rey de la dinastía de los Abadíes en Sevilla. Era un gran poeta, apasionado de la literatura y de la música, que hizo de Sevilla la capital cultural del mundo. «Al rey poeta le tocó reinar una época muy difícil, llena de conflictos con los cristianos y de luchas con los otros reyes de taifas. Luchó hasta el último momento contra la invasión del Emir Yusuf, finalizando con su destierro en Marruecos», detalla la compañía.

Por la compañía han pasado numerosos actores y más de una generación, como atestigua el cuarto de siglo que llevan en marcha los miembros de La Fablilla Teatro, una compañía de aficionados que, en 2013, decidieron hacer lo que nadie había hecho hasta ahora; profundizar en la única –y muy desconocida– obra de teatro de Blas Infante y subirla al escenario.

Fue a iniciativa de un alcalde andalucista de Coria del Río como la idea comenzó a fraguar. Y a principios de 2014 ya estaba lista para el estreno Motamid, último rey de Sevilla, del padre del nacionalismo andaluz. «Hubo que adaptarla porque el lenguaje en el que Infante la escribió era complejo y poco teatral», explica José Antonio Barragán, uno de los actores. Sin embargo, pronto la iniciativa contó con el visto bueno de la propia Fundación Blas Infante, en cuyas instalaciones también han podido presentarla.

Y aunque han girado –se ha podido ver en localidades como Peñaflor, Ronda y en el mismo Museo de la Autonomía de Andalucía– los miembros de La Fablilla aspiran a llegar a más teatros. «Nos cuesta mucho cerrar funciones por el simple hecho de no ser una compañía profesional», lamentan. Mañana tendrán una nueva oportunidad de demostrar la valía de la obra de Infante subiendo el telón en el Centro Cultural Pastora Soler de Coria del Río (19.00 horas, entrada libre).

Codirigida por Rocío Gandul y Alfonso Fernández Vaquero, con adaptación del propio Fernández, la obra incluye los personajes de Blas niño y la abuela que van dando paso, a través de sus diálogos, a los tres actos. El montaje recrea la vida de Motamid que, según la leyenda, fue el último rey de la dinastía de los Abadíes en Sevilla. Era un gran poeta, apasionado de la literatura y de la música, que hizo de Sevilla la capital cultural del mundo. «Al rey poeta le tocó reinar una época muy difícil, llena de conflictos con los cristianos y de luchas con los otros reyes de taifas. Luchó hasta el último momento contra la invasión del Emir Yusuf, finalizando con su destierro en Marruecos», detalla la compañía.