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Actualizado: 05 sep 2018 / 22:32 h.
  • Un programa para cada aficionado
    La bailaora Patricia Guerrero. / Noemí Ueta
  • Un programa para cada aficionado
    La cantante Rosalía, en directo. / Marta Pérez (Efe)
  • Un programa para cada aficionado
    José de la Tomasa. / El Correo
  • Un programa para cada aficionado
    Alfredo Lagos. / Antonio Acedo
  • Un programa para cada aficionado
    Isabel Bayón. / Jesús Barrera
  • Un programa para cada aficionado
    El guitarrista almeriense Tomatito. / Efe

Los aficionados veteranos saben que el mejor modo de disfrutar al máximo de la Bienal de Flamenco de Sevilla pasa por estudiar detenidamente el programa y hacer una selección acorde con nuestras preferencias y, claro está, con nuestro presupuesto. Y hacerla pronto, porque luego la taquilla vuela y no es improbable que nos quedemos con las ganas de ver y oír a nuestras estrellas favoritas.

Hay una Bienal para cada bienalero, todo es cuestión de saber qué se busca o, por el contrario, de dejarse llevar alegremente por el criterio de los programadores: eso nos expone, a menudo, a algunas muy gratas sorpresas.

Así, junto a las propuestas en las que más o menos sabemos qué podemos encontrar, hay algunas citas que abren las puertas de lo inesperado. Una de las más atractivas de entre estas últimas es la que protagonizará la cantaora Carmen Linares junto a Ghalia Benali, Fahmi Alqhai, Dani de Morón y Mariví Blasco bajo el título Romances. Entre Oriente y Occidente, el miércoles 12 en el Real Alcázar.

También son escenarios donde conjurar la magia y el asombro los del hotel Triana, que celebrará una noche dedicada a Lebrija el miércoles 12, otra a Cádiz el jueves 13, y otra a Utrera el jueves 20. Figuras como Curro Vargas, Antonio Malena, Juan Villar, Rosario Toledo o Cuchara de Utrera se buscarán los adentros para dar lo mejor de sí mismos en esas fechas.

Pero también habrá espectáculos como Son de peñas (viernes 14) con Manuel Cástulo y Luisa Palicio, o La caba de los gitanos (sábado 15) con Juan José Amador, Carmelilla Montoya o Antonio Canales, que a buen seguro conmoverán al respetable binealero.

Y cómo no, habrá también que ver cómo es el regreso de Quejío, de la compañía de Salvador Távora, sobre las tablas del Lope de Vega, el sábado 15.

Resulta imposible repasar uno a uno los espectáculos de esta edición, pero a continuación trataremos de comentar algunos de los más llamativos por un motivo u otro.

En el panorama actual del flamenco existe lo que podríamos llamar Generación Bienal, artistas que se dieron a conocer universalmente gracias al certamen sevillano, y que periódicamente regresan a esta cita para demostrar que eso de seguir creciendo después de tocar la gloria con las manos es todo un arte. Entre estos cabe destacar una figura como la del bailaor Israel Galván, que se llevó el Giraldillo del baile en un ya lejano 2004, y quien se encargará este año de levantar el telón inaugural con la representación de su espectáculo Arena, el próximo viernes, nada menos que en la Plaza de Toros de la Real Maestranza.

También destaca el cantaor lebrijano José Valencia, que atesora nada menos que cuatro giraldillos. El martes 11 presentará en el Real Alcázar su nuevo espectáculo, Bashavel, palabra en romanés que significa «reunión, encuentro», y eso es lo que promete ofrecer al respetable.

Otra joven creadora, la bailaora Patricia Guerrero, se consagró en la última edición de la Bienal con su espectáculo Catedral, y ahora regresa con un más-difícil-todavía con Distopía –domingo 9, Teatro Central– dejando la dirección musical en manos de otro artista que se ha hecho grande a ojos del público bienalero, el guitarrista Dani de Morón. También estuvieron en el palmarés del 2016 la bailaora Rocío Molina y María Terremoto, que tienen su sitio en la programación.

El debate sobre la contaminación del flamenco, las transgresiones e irreverencias de toda clase sigue levantando grandes polvaredas, multiplicadas a menudo por el eco de las redes sociales. No obstante, la Bienal 2018 también tendrá sitio para algunos de los artistas más heterodoxos y rupturistas del panorama actual. Algunos, como Israel Galván o Tomasito, que actuará junto a los Gipsy Rappers el martes 18 en el café Alameda, cuentan con la simpatía (y aun la bendición) incluso de los sectores más conservadores.

Otros, en cambio, están todavía librando esa batalla. Es el caso de Niño de Elche, que concurre en el programa con su Antología del cante flamenco heteroxodo, toda una declaración de intenciones, el martes 25 en el Teatro Lope de Vega. Mucha atención, además, a lo nuevo de la trianera Rosario La Tremendita, que bajo dirección de Andrés Marín presentará en el Café Alameda (lunes 10) La fuerza, su nueva propuesta, en la que canta y toca la guitarra y el bajo eléctricos. Sorpresas aseguradas.

También las tiene con los sectores más puristas Rocío Molina, lo que no impide que su nueva obra, Grito pelao, sea de las más esperadas de este año. Será el martes 18 y el miércoles 19 en el Teatro de la Maestranza, con la compañía de Silvia Pérez Cruz y de la madre de ésta, Lola Cruz.

Claro que, para expectación, la que levanta el nuevo centro de todas las polémicas, la cantaora (o solo cantante para algunos) Rosalía, que llenará el Café Alameda el viernes 28 con su peculiar forma de rendir homenaje a los clásicos del cante. Lo seguro es que ninguno de los nombres citados dejará indiferente a la afición, ya sea para adorarlos o para someterlos a alguna lapidación dialéctica a las que, por otro lado, están más que acostumbrados.

En el extremo opuesto de estos nombres se sitúan artistas que representan la fidelidad a los cánones establecidos, como El Granaíno (viernes 14 en el Lope de Vega) o la jovencísima pero muy sabia María Terremoto (domingo 16, Café Alameda).

Sin salirnos de la categoría de nombres consagrados, debemos dedicar una atención especial a esos grandes cantaores y cantaoras que encarnan lo mejor de la ortodoxia, los considerados guardianes de la esencia del cante, y que también comparecerán en la Bienal 2018. Desde una maestra como la lebrijana Inés Bacán –en la Iglesia de san Luis de los Franceses este domingo, 9 de septiembre– hasta el trío de oro formado por Calixto Sánchez, José de la tomasa y Pepa Montes –el mismo día en el teatro de la Maestranza–, pasando por Segundo Falcón, que compartirá cartel con Paco del Viso ‘El Sopi’ el domingo 16, también en San luis de los Franceses, o Tomás de Perrate, que ofrecerá su Soleá sola el miércoles 19, en el Teatro Central.

También es digna de subrayar la presencia de Nano de jerez, acompañado por Anabel Valencia, el domingo 30, también en San Luis de los Franceses.

Como ya se anunció en su momento, la Bienal 2018 reservará un amplio espacio a mimar la guitarra flamenca de concierto. Para ello, contará con la presencia de nombres tan respetados como el de Paco Jarana con su Flamencorio (Espacio Turina, viernes 14), Niño de Pura y Manolo Franco (lunes 17, Teatro Lope de Vega), Rafael Rodríguez y su Dejándome llevar (Espacio Turina, jueves 20) David Carmona y Un sueño de locura (viernes 21, en el mismo espacio) y Santiago Lara con Una guitarra de dos caras (sábado 22, también en el Turina), entre otros intérpretes.

Por citar dos convocatorias destacadas, ambas con sello jerezano, anotamos el anuncio del recital de Alfredo Lagos con su Sonanta Club (Espacio Turina, viernes 14) y de Caótico, la propuesta de la Bolita Big Band con el gran José Quevedo a la cabeza (jueves 20, Café Alameda). Guitarras para seguir soñando con el cielo de Sevilla.

Desde hace ya bastante tiempo, el baile flamenco se halla afianzado como una disciplina que vive una edad dorada. Para demostrarlo, vuelven a encontrarse con el público sevillano algunos responsables de este auge imparable, como Farruquito (Teatro de la Maestranza, sábado 8), Olga Pericet (Teatro Central, martes 11, Joaquín Grilo (Teatro Lope de Vega, jueves 13) o Andrés Marín (Teatro de la Maestranza, domingo 16), por citar a varios muy esperados.

Ojo también a la reunión de superhéroes del baile que se prepara en el Maestranza el miércoles 26 con Rafaela Carrasco, Tamara López, Javier Barón, Rubén Olmo y David Coria, el regreso una edición más de la insustituible María Pagés (Teatro de la Maestranza, viernes 21) o la nueva propuesta de dos maestras como Eva Yerbabuena e Isabel Bayón, ambas el sábado 29, en Maestranza y Central respectivamente.

Dicen los que saben que en el arte nunca hay apuestas seguras, pero no cabe duda de que unas son más seguras que otras. Los nombres consagrados, los creadores de larga y contrastada trayectoria, son en todo caso una garantía de dejarse arrastrar a un fabuloso viaje por las emociones más hondas. Puede ser una voz tan carismática como la de Lole Montoya, que compartirá escenario con José Miguel Évora en el café Alameda el próximo sábado, día 8; o el trío de lujo que componen Tía Juana la del Pipa, Remedios Amaya y Juana Amaya, reunidas en el teatro de la Maestranza el jueves 27.

Pero también será una oportunidad para ver en su pletórica madurez a un gigante de la guitarra como Tomatito, que ya deslumbró con su última visita a la cita sevillana. El almeriense regresa con una nueva propuesta, titulada Viviré, prevista para el sábado 22 en el teatro de la Maestranza, donde se hará acompañar de las voces de Arcángel y Duquende.

Y pocos días después llegará el turno de otro maestro de las seis cuerdas, el siempre inquieto Gerardo Núñez, que después de probar en la Bienal todos los formatos posibles (desde el concierto en solitario hasta la big band) vuelve ahora con un colega sueco, el jazzista Ulf Wakenius –del que se han declarado admiradores músicos de la talla de Pat Metheny, John McLaughlin, John Scofield o Mike Stern–, y su inseparable Cepillo a la percusión. Tampoco podemos olvidarnos, cómo no, del pianista Dorantes, artista de ya dilatada trayectoria que será el encargado de poner el broche final a la Bienal el domingo 30 de septiembre, nada menos que rindiendo homenaje a la primera circunnavegación del planeta en La roda del viento.