Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
Actualizado: 21 sep 2018 / 00:00 h.
  • Un defensa griego se interpone en el camino de Loren. / Efe
    Un defensa griego se interpone en el camino de Loren. / Efe

Por Europa viaja el Betis en busca del gol que se le resiste. Pero ni el Olimpo encontró el equipo de Quique Setién la gloria suprema del fútbol. De nada sirvió inspirarse en la tierras de las musas para que los jugadores verdiblancos llevaran el balón hasta la portería del Olympiacos. El equipo encarrilla empates que dan un punto, pero que en circunstancias normales debían haber sido tres.

Vuelve a ser superior, se apropia del balón hasta cifras de posesión exageradas, tiene alguna que otra ocasión clara de gol, pero nada. El cero se ha enquistado en el marcador del Betis en este comienzo de temporada. Sólo un gol en cinco partidos oficiales es un bagaje muy escaso para un equipo que expone mucho sobre el campo. Detrás de la cuestión de la puntería que planteó el entrenador después del partido del Levante, parece que ya se puede decir que hay algo más. Con tanta pelota en los pies de los futbolistas béticos, el bagaje de ocasiones se antoja escaso.

Setién plantó sobre el estadio heleno a dos delanteros sobre el inicio (Sergio León y Loren) por delante de ese comando de mediapuntas que tanto fútbol y tanto juego absorben. Hubo rotaciones y el equipo mantuvo firme su estilo y su nivel, pero también su falta de acierto en la portería contraria. Los dos delanteros se enredaron en las ocasiones claras.

El Betis de este comienzo de temporada empieza a asemejarse a esa selección española de Fernando Hierro en el pasado Mundial que era capaz de encadenar uno, diez, cien, mil pases... No es mal asunto, pero el problema es que el porcentaje de pases en horizontal es abrumador. Falta la combinación maestra en vertical que sea definitiva para romper defensas y dejar a un jugador en posición franca para marcar.

La suerte de esta racha de partidos tan parecidos fuera de casa (Vitoria, Valencia, Atenas) es que el Betis ha estado en defensa de matrícula de honor. Los zagueros y los porteros han evitado que el sabor agridulce de estos empates se hubiera agriado aún más. Joel Robles resolvió de forma sobresaliente las ocasiónes de las que dispuso el Olympiacos.