Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
Actualizado: 15 sep 2018 / 23:29 h.
  • Francis disputa un balón con el valencianista Cheryshev. /Real Betis
    Francis disputa un balón con el valencianista Cheryshev. /Real Betis

La recompensa del Betis tras un notable partido en un campo tan complicado como Mestalla fue un punto. Un punto que es mejor que la derrota que cosechó la temporada pasada, que demuestra que este equipo da la cara y que es capaz de hacer que el Valencia corra detrás del balón durante casi los 90 minutos. Pero sólo un punto porque el fútbol no premia al estilo, ni a las buenas maneras. Sólo los goles son la moneda con la que se compran los puntos. Y al equipo de Setién le ha faltado gol, como le faltó en Vitoria. Tuvo ocasiones para hacer palpable su superioridad sobre el conjunto de Marcelino, pero faltó acierto, suerte, y algo más de presencia ofensiva para devorar a un rival que ayer vio al Betis dos o tres escalones por encima suyo.

Ni tanteo, ni gaitas. Los verdiblancos aprovecharon el pitido inicial para ponerse su mejor traje. Posesión, pase y profundidad por banda. El Valencia miraba la pelota, rastreaba el balón, perseguía camisetas verdes. Un Betis dulce provocó que el tendido siete de Mestalla entonara las primeras notas de la sinfonía del silbido. Guardado y Canales se comieron en dos bocados al centro del campo de Marcelino. Un pase de Boudebouz a Inui dejó al japonés sólo ante Domenech. El regate al portero fue de manual y cuando ya el país del sol naciente y la nación bética se disponía a gozar de su primer gol, Piccini sacó el balón bajo la línea.

Así fue la primera parte, un capítulo del partido en el que el Betis llegó a tener el 80 por ciento de posesión.

El Valencia sólo podía mejorar en la segunda parte, Parejo se inscribió al fin en el partido y dio un poco de oxígeno a su equipo. La mejoría del rival y algunos desaciertos del Betis en la zona defensiva animaron a los locales. Un error en un pase de Pau López montó un ataque valencianista que acabó con una volea de Parejo al larguero. La sonda valenciana fue eso una sonda, el equipo de Setién volvió a hacerse con los mandos del encuentro, pero faltó algo más de mordiente y presencia ofensiva. Sin goles lo más que se puede sumar es un punto.