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Actualizado: 11 sep 2018 / 17:36 h.
  • Caparrós y Setién se saludan en el derbi de la temporada 2017-18. / M. Gómez
    Caparrós y Setién se saludan en el derbi de la temporada 2017-18. / M. Gómez

Que Joaquín Caparrós, extécnico del Sevilla y ahora su director de fútbol, y Quique Setién, entrenador del Betis, apuestan por estilos diferentes a la hora de confeccionar y dirigir un equipo de fútbol es una obviedad que estaba destinada a convertirse en pique en cuanto se sucedieran los derbis. Antes del de la pasada campaña que midió a ambos en el banquillo del Villamarín, finalizado con 2-2, el cántabro acusó al Sevilla de interrumpir mucho el juego («contra la Real y el Madrid sólo tuvo 50 minutos de juego, a nosotros nos interesa que el juego tenga continuidad»); Caparrós le respondió aportando los datos del derbi anterior (3-5 para el Betis) y recordando que los verdiblancos «hicieron más faltas y tuvieron más tarjetas que un Sevilla que llegó y remató más veces», apostillando que «a veces se venden motos sin pintura».

Ahora, el pique ha tenido un episodio más tras el polémico 1-0 en el duelo vecinal reciente de Heliópolis. Setién no dudó en realizar unas llamativas declaraciones tras conocer que el Comité de Competición le retiraba al sevillista Roque Mesa la amarilla que acarreó su expulsión en la célebre jugada del derbi. «Que miren si pueden impugnar el partido también. Desde luego en los despachos nos han ganado...», comentó en Mérida con una sonrisa en el rostro en referencia al recurso interpuesto por el Sevilla respecto a su jugador.

Pero tras unos días en los que parecía que todo acababa, Caparrós, en una entrevista con Estadio Deportivo, no quiso dejar sin respuesta nuevamente a Setién: «Nos dolió el perder de la forma en que perdimos, pero no vale hablar de justicia ni de injusticia, es el resultado final y no hay que darle más vueltas al tema. Ni quiero impugnar los partidos ni quiero hacer nada. Setién dijo lo que dijo en serio, no estaba ironizando. A Quique, como es un purista del fútbol, no le gusta ganar como ganó. Los que son puristas quieren ganar de otra forma, pero bueno no voy a entrar más».

El último (¿o penúltimo?) episodio se ha producido este martes. Le tocaba el turno de las entrevistas al entrenador bético, en Canal Sur Radio, donde volvió referirse al Sevilla, al derbi de hace 10 días y con más ahínco aún a Caparrós: «El Sevilla no fue mejor que nosotros y eso normalmente acaba en derrota. Mercado tuvo su ocasión y la mandó fuera, eso es más grave que la acción aislada, en la que yo hubiera amonestado a Roque Mesa y después a Pau. Caparrós alimenta la voracidad de los medios y de esos aficionados que le siguen. A mí me gusta ser exhaustivo, pero gilipollas no soy. Puede vender lo que quiera. Me gusta hablar del fútbol real, no del ficticio. Trato de ganar los partidos en los campos de fútbol».

El crecimiento experimentado por el Betis de la mano del entrenador cántabro y la extraña temporada que protagonizó el Sevilla el pasado curso han acercado a los dos equipos sevillanos en el terreno de juego, algo que ha alimentado la rivalidad hasta el punto de que ambos equipos luchan en la misma zona de la clasificación. Por si fuera poco, los tres últimos derbis no los ha ganado el Sevilla, que incluso perdió dos de ellos. Más allá de salidas de tono más o menos graves de jugadores de ambos equipos, el pique Sevilla-Betis ha renacido en parte. Mientras que en Heliópolis los dardos al Sevilla se han mantenido en una línea más o menos regular, es en Nervión donde las referencias al vecino han crecido paulatinamente en los discursos públicos. El extécnico Vincenzo Montella nu dudaba en entrear al trapo en sus conferencias de prensa; en parte también le ocurrió al presidente José Castro, aunque las relaciones institucionales entre Sevilla y Betis son buenas; pero, sobre todo, ha sido Joaquín Caparrós quien más veces ha mostrado su comodidad a la hora de entrar en piques dialécticos con el vecino.