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Actualizado: 28 ago 2017 / 13:27 h.
  • Los jugadores del Sevilla felicitan a Ganso, que mira a los aficionados del Sevilla. / Efe
    Los jugadores del Sevilla felicitan a Ganso, que mira a los aficionados del Sevilla. / Efe

Faltaban menos de diez minutos para que Undiano Mallenco diera el partido por finiquitado cuando Muriel se echó una carrera con Djené con todo perdido. El balón iba flechado para Guaita y el central del Getafe iba en ventaja sobre el colombiano, pero el sevillista, que ya avisó en la pretemporada de que su aceleración le hace peligroso en ese tipo de jugadas, corrió y corrió hasta que Guaita no pudo esperar el balón en el área, salió e hizo un mal despeje que recogió Sarabia en la banda. Parecía que no iba a pasar nada, pero el balón llegó a Ganso, quien casi la pierde para dar constancia a su pésimo partidos hasta entonces. El brasileño abrió a Navas, que fue doblado por Mercado, el lateral con el que no había podido asociarse en 84 minutos. El argentino, había cuajado hora y media muy mala, pero le envió un centro potente a Ganso, ya en el área. El brasileño, más currista que el propio Curro Romero, dio un saltito y puso el tacón izquierdo, dejando que el esférico le golpeara lo suficiente para colocarlo al segundo palo, imposible para Guaita.

Así fue la jugada milagrosa que rescató al Sevilla de Berizzo en Getafe, tierra hostil por quién sabe qué razón. A punto estuvo el cuadro nervionense de volverse de vacío de tierras madrileñas, pero regresa a Sevilla con tres puntos de oro que deben servir para analizar desde una perspectiva más propicia los muchos defectos que ha mostrado en los últimos partidos. En Getafe, sin N’Zonzi ni Banega, había cierta excusa, pero el manejor del entrenador de los partidos y la forma de defender del equipo dejan bastante preocupados al personal.

Hasta el minuto 84 fue el típico partido del Sevilla en Getafe, donde sólo había ganado un par de veces en 17 años. Incómodo, con el rival bien organizado y esta vez con el césped apenas sin regar para dificultar la apuesta de toque y toque de los de Nervión. Tuvo unos diez primeros minutos el Sevilla de control y búsqueda clara del área azulona, pero a medida que pasaron los minutos se descubrió que era por exceso de respeto del Getafe, que despertó al cuarto de hora presionando bien a Nolito en la medular y trazando paredes hasta que Amath, al que Jorge Molina dejó solo ante Rico, disparaba alto con todo a favor. La tremenda ocasión había dejado en nada un acercamiento de Ben Yedder, cuyo pase de la muerte a Nolito lo despejó oportunamente Damián.

La ocasión del Getafe dio confianza a Bordalás para mandar más arriba a los suyos. Veía el técnico alicantino que el Sevilla era un flan en defensa y que tenía serios problemas para sacar el balón con un centro del campo formado por Pizarro, cuyas virtudes son otras, Krohn-Dehli, demasiado fallón pero participativo, y Ganso, quien vive de sus contadas pero determinantes delicatessen. Así el Sevilla, que echaba de menos a N’Zonzi y Banega, no iba a ningún lado. Jorge Molina, desde la frontal, probó fortuna con un duro disparo que desvió a córner Sergio Rico, quien poco después volvió a impedir el tanto del ex del Betis en un mano a mano dentro del área que Kjaer terminó de despejar cerca de la línea de gol.

El Sevilla había desaparecido y el trío de atacantes –sin Correa– parecía desesperado. Nolito se fajaba, Ben Yedder se ofrecía y se desmarcaba constantemente y Navas caía una y otra vez en la telaraña azulona por la banda, donde apenas conectaba en intenciones con Mercado, titular por delante de Corchia. Los minutos finales de la primera parte evidenciaron que no estaba para mucho más el Sevilla, que apenas podía hacer transiciones cómodas con el balón hasta el área. Aunque cuando pudo acercarse a Guaita casi marca, con dos ocasiones para Nolito. Primero Krohn-Dehli le dio un buen pase hacia el punto de penalti, pero el de Sanlúcar se tuvo que girar en el aire e intentar una medio chilena muy forzada. Después Pareja le dejó un balón buenísimo ante Guaita, pero el control no fue perfecto, como exigía la falta de espacios. Con dos detalles, los de Berizzo mostraron las uñas, pero fue poquísimo para 45 minutos.

Berizzo sólo cambió en el descanso a Lenglet por el recaído Pareja (otro de los problemas, el de las lesiones, del Sevilla en su defensa). Es diferente a un Sampaoli que sabía reaccionar rápido. Con menos apuros que en la primera mitad, el Sevilla resistía en Getafe, aunque el partido tuvo fases de comicidad, con jugadas de fallos groseros por parte de ambos equipos.

Ganso seguía sin aparecer, pero en el banquillo no había alternativa. Sólo para el ataque, con Sarabia, Correa y un Muriel que salió al césped a falta de media hora. Pero por Ben Yedder. Esto es, hombre por hombre. El plan era el mismo. Poco después Sarabia sustituyó a Krohn-Dehli quien, quizás cansado, no estaba brillando. Ganso iba a completar el partido, algo crucial visto el desenlace del mismo pero que pocos entendían por la falta de implicación del brasileño. El Getafe se acercaba con peligro, pero sólo asustó con dos tiros muy desviados de Amath y Fajr. Después del 0-1 de Ganso, Jorge Molina completó su hat-trick negativo ante Rico, que le paró otro mano a mano convirtiéndose también en clave para una victoria que no debe tapar las carencias del Sevilla si quiere competir al más alto nivel. Por ejemplo, dentro de dos semanas en Liverpool. Allí Muriel, que cuajó sus mejores minutos, tendrá que estar más acertado que en el mano a mano final ante Guaita después de una gran carrera y un intento de engaño al portero que no salió bien por muy poco.

FICHA TÉCNICA

Getafe: Guaita; Damián Suárez, Djené, Cala, Antunes; Arambarri (Sergio Mora, m.81), Markel Bergara (Ángel, m.83); Fajr, Gaku Shibasaki (Portillo, m.69), Amath; y Jorge Molina.

Sevilla: Sergio Rico; Mercado, Nico Pareja (Lenglet, m.46), Kjaer, Escudero; Krohn-Dehli (Sarabia, m.68), Pizarro; Jesús Navas, Ganso, Nolito; y Ben Yedder (Muriel, m.63).

Goles: 0-1: M.84 Ganso.

Árbitro: Undiano Mallenco (Comité navarro). Amonestó a Sarabia (m.74), del Sevilla.

Incidencias: encuentro correspondiente a la segunda jornada de la Liga Santander, disputado en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe (Madrid), ante 10.039 espectadores.