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Actualizado: 22 sep 2018 / 20:32 h.
  • André Silva, durante un entrenamiento del Sevilla. / Manuel Gómez
    André Silva, durante un entrenamiento del Sevilla. / Manuel Gómez

Contra el calor, contra el Levante de Morales y contra sus propias dudas. El Sevilla afronta este domingo al mediodía en Valencia un partido más importante de lo que pueda parecer a simple vista del calendario. Es la quinta jornada de la Liga, pero urge una respuesta positiva del equipo que comanda Pablo Machín. Ese que empezó a lo bestia en Vallecas, que se quedó a medias frente a un igual como el Villarreal, que patinó en el derbi frente al Betis y que naufragó en el Sánchez-Pizjuán ante el Getafe. Una cuesta abajo en sensaciones que necesita de una frenada en seco. La rampa de despegue para tal objetivo se la fabricó en la Europa League este mismo jueves, con un contundente 5-1 al Standard de Lieja que vino a ser como un chute de vitaminas ante las desgracias acumuladas.

El inicio del proyecto Machín ha sufrido un zarandeo inesperado, el cual ha reavivado los nervios en la grada, que ha entregado su corazón al técnico soriano como gran esperanza para que todo vaya a ir bien. Y fue Machín uno de los grandes responsables de las dos últimas derrotas, de ahí esta decepción exagerada que hace frente a la indudable paciencia que requiere este nuevo ciclo. Las dudas se centran en la forma de jugar, viendo el bajo nivel que ofrece la retaguardia y la falta de efectivos en la medular tras las bajas de Amadou y Gonalons. Todo aderezado con la capacidad goleadora de Ben Yedder, cuya estatura le ha apartado hasta ahora de los planes iniciales del entrenador. Esta vez Machín se lleva a Valencia a todo su arsenal ofensivo: el francotunecino, André Silva y un Muriel rescatado tras tres partidos en la grada.

La gran pregunta: ¿apostará el Sevilla por un sistema con dos delanteros, protegiendo más el centro del campo y empujando hacia arriba a los carrileros? Sería sorprendente tras las pistas ofrecidas por el propio Machín, que deberá tirar de nuevo de Mesa y Banega en la sala de máquinas o inventarse algo, y no parece el momento aunque a la vuelta de la esquina aparezca el Madrid. Parece probable que Aleix Vidal le de relevo a Navas, que Silva recupere la titularidad arriba e incluso que el criticado Gnagnon dé descanso a Kjaer en la zaga. Muy dudosas se presentan las dos posiciones de interior, donde pelean el Mudo, Nolito, Sarabia, Promes y Muriel. El Levante lo tiene claro: esperar y salir a la contra. Es plan previsto decidirá la apuesta final de Machín (Promes y Franco Vázquez fueron titulares el jueves...).

Paco López quiere ahogar la salida de balón sevillista, como Bordalás hace una semana. Y empezando por Borja Mayoral, quien a punto estuvo de fichar por el Sevilla. El Levante, además, recupera a Moses Simon pero pierde al exsevillista Coke. Aunque siempre tiene al rejuvenecido Morales...