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Actualizado: 03 sep 2018 / 20:01 h.
  • Dos trabajadores en el polígono de Astilleros. / El Correo
    Dos trabajadores en el polígono de Astilleros. / El Correo

La empresa de Valencina de la Concepción Gmetal podría ser en breve la séptima firma que se instala en el polígono del antiguo Astillero de Sevilla, en el Puerto. Su intención es fabricar estructuras metálicas y cerrajería junto al Muelle de Armamento, para lo que ha solicitado la cesión de una parcela.

General de Metalistería, Maquetas y Diseños, SL (Gmetal), en concreto, ha pedido a la Autoridad Portuaria de Sevilla una concesión administrativa en dominio público portuario y este lunes se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el anuncio del inicio del trámite de competencia de proyectos; arrancándose así los trámites previos al otorgamiento de la concesión. En concreto, ha solicitado la ocupación de un parcela de 5.375 metros cuadrados en el polígono de Astilleros, donde ya operan seis empresas: GRI Towers, Tecade, Metalúrgica del Guadalquivir (Megusa), Ditecsa, Apimosa y Astilleros del Guadalquivir.

Estas empresas principalmente están dedicadas a la industria metalmecánica, si bien algunas están vinculadas con las energías renovables (como es el caso de GRI Towers).

La empresa Gmetal se dedica a la fabricación e instalación de cerrajería, carpintería metálica, mobiliario, estructuras y elementos especiales de metal, utilizando acero inoxidable, aleaciones de aluminio, latones y bronces. Dada su solicitud, la Autoridad Portuaria ha iniciado el trámite de competencia de proyectos, habilitando un plazo de un mes para la presentación de otras solicitudes que tuviesen el mismo objeto que el planteado por Gmetal.

Según los datos del Puerto de Sevilla, el 90 por ciento de los terrenos del antiguo Astilleros estaba ya ocupado, por lo que se está produciendo un nuevo resurgir de estos suelos, que se quedaron sin actividad el 31 de diciembre de 2011, cuando se puso fin a la actividad naval. La concesión de un astillero en Sevilla se aprobó en 1944 sobre una parcela final de más de 360.000 metros cuadrados. Funcionó como el astillero más productivo del mundo en 1973 hasta su privatización y ocaso en 2004, absorbido por los astilleros de Huelva, desbordado por las deudas.

El Ministerio de Hacienda tiene en su mesa el proyecto para incluir este polígono en la Zona Franca sevillana, tal y como han pedido las empresas allí instaladas.

Según comentaron a esta redacción fuentes del Puerto de Sevilla, este polígono donde se situaba la atarazana supone un espacio «ideal para la implantación y el desarrollo de nuevas industrias que generen sinergias con la actividad portuaria».