Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
El autor es ninguno
Actualizado: 20 sep 2018 / 21:19 h.
  • Vehículo propulsado por gas natural de NEDGIA. / El Correo
    Vehículo propulsado por gas natural de NEDGIA. / El Correo

sevilla

{Durante estos días se celebra la Semana Europea de la Movilidad, una iniciativa que busca sensibilizar, tanto a los responsables políticos como a los ciudadanos, sobre las consecuencias negativas que tiene el uso irracional del coche en la ciudad, tanto para la salud pública como para el medio ambiente, y los beneficios del uso de modos de transporte más sostenibles.

Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, más de 400.000 personas mueren prematuramente al año en la Unión Europa por la mala calidad del aire y varios millones padecen enfermedades respiratorias y cardiovasculares provocadas por la contaminación. Además, el 92% de la población mundial vive en lugares donde no se respetan las directrices de la OMS sobre la calidad del aire. El mayor culpable de estos datos es el transporte por carretera, que ocasiona el 65% de la contaminación urbana. La mejora de la calidad del aire de las ciudades sólo será posible, según los expertos, si se trabaja en tres aspectos: la disminución de las emisiones de CO de todas las energías convencionales, la reducción drástica de SOx y NOx, origen del smog urbano; y la disminución de las emisiones de partículas sólidas PM10, dañinas para la salud.

En Andalucía, el gas natural cada vez tiene una mayor acogida, sobre todo en su aplicación como combustible en las flotas de transporte urbano y de mercancías. Por ejemplo, el 53% de los autobuses urbanos de Sevilla funcionan con gas natural comprimido, y otras ciudades como Jerez, Córdoba y Huelva ya están apostando por esta energía.

El compromiso de NEDGIA Andalucía por una movilidad más sostenible se hace visible con su patrocinio, por segundo año consecutivo, de la Semana Europea de la Movilidad de Sevilla organizada por el Ayuntamiento hispalense. NEDGIA Andalucía ha estado presente con un stand ubicado en la Plaza Nueva en el que la compañía ha expuesto un vehículo propulsado por gas natural y donde ha informado a los asistentes sobre los beneficios del uso de este combustible.

Entre las líneas de trabajo de NEDGIA se encuentra potenciar la implementación del gas natural como combustible alternativo para una movilidad más sostenible. Por ello, lidera el proyecto ECO-GATE, una iniciativa financiada por la Comisión Europea que tiene como objetivo el desarrollo de las infraestructuras y estaciones de repostaje a lo largo del Corredor Atlántico y el Corredor Mediterráneo. Este proyecto contempla la construcción de 21 gasolineras en la red de carreteras de España, Francia, Alemania y Portugal. En España, las instalaciones se localizarán en Barcelona, Burgos, Madrid, Murcia, Salamanca, Irún, Tordesillas, La Junquera, Córdoba y Cartagena, entre otras ciudades.

El uso del gas natural como combustible para vehículos está ampliamente extendido desde hace muchos años en diversos países del mundo, especialmente en Latinoamérica, pero también en muchos países europeos. En España, las matriculaciones de estos vehículos aumentaron un 112% en 2017, hasta alcanzar casi 8.500 vehículos.

El gas natural, al contrario que la biomasa, el gasóleo y el carbón, contribuye a mejorar la calidad del aire de las ciudades al reducir en un 85% las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) y casi al 100% las emisiones de partículas en suspensión y dióxido de azufre (SO2), principales causantes de problemas de salud respiratorios. También reduce hasta en un 25% las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas de efecto invernadero, por lo que esta energía contribuye en la lucha contra el cambio climático. Además, el gas natural cada vez más tiene un origen renovable, tanto por el reciclado de residuos urbanos y agrarios, como por la transformación de la energía eléctrica renovable sobrante, reduciendo así su emisión neta de CO2 a la atmósfera.

Moviéndonos con coches con gas natural también reducimos la contaminación acústica. Los motores que utilizan este combustible reducen en más de un 50% la emisión sonora y vibraciones respecto a los motores diésel y en consecuencia la contaminación sonora, lo que comporta una mejora en la calidad de vida de las personas. Más allá de las ventajas medioambientales, se trata de un combustible muy competitivo desde el punto de vista económico. El coste por kilómetro de un vehículo a gas es un 30% menor que con gasóleo y un 50% menor que el de gasolina.