Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
Actualizado: 13 mar 2018 / 10:28 h.
  • Gracias, Patricia

Qué entereza la tuya, Patricia. Ante la peor desgracia que pueda ocurrirle a un ser humano no has dejado de darnos lecciones de sensatez desde aquel fatídico 27 de febrero. Nos has enseñado mucho a todos los que hemos vivido en paralelo la terrible desaparición de tu pececito, de Gabriel. Vamos a hacerte caso, y vamos a estar a tu lado recordando al pequeñín desde el cariño, agradeciendo a todas y cada una de las personas que se han manifestado durante su búsqueda y a todas las que han querido velar su cuerpo en la tarde de ayer. Vamos a intentar rezar por él, y no dejarnos llevar por el odio para intentar hacer de esta una sociedad algo mejor, en la que esa deshumanización sea extirpada de una vez por todas.

Ojalá algún día podamos llegar a creer que el mal no existe ni toma forma de hombre ni de mujer para cometer semejante aberración. Ojalá llegue ese día en el que la justicia cambie por completo, y se escuche y se tenga en cuenta al menor cuando se ocurre una situación tan normal y cotidiana como la de la separación de unos padres.

Fuerza, Patricia. Aunque nunca nadie logre ponerse en lugar ni pueda comprender tu dolor para hacer que cicatrice algo tu corazón, al igual que les ha sucedido a Antonio del Castillo o a los familiares de Diana Quer, vamos a intentar hacerte caso y aprender de ti.

Vamos a recordar estos terroríficos doce días con el peor de los desenlaces con la mirada puesta en todos esos voluntarios que día tras día se han levantado para buscar a tu pececillo. En el abrazo de los agentes de la Guardia Civil que detuvieron el domingo el coche de la innombrable, en los periodistas locales que han intentado estar a tu lado dando difusión durante estos días a una búsqueda cuyo final todos ansiaban diferente.

En estos días de luto, vamos a abandonar la rabia, Patricia, tal y como nos has pedido, para intentar dejar paso a un sentimiento esperanzador que logre que en futuros casos el menor sea escuchado y protegido, porque no hay derecho a esto. No lo mereces tú. Ni muchos Gabriel. No hay razonamiento lógico que justifique una atrocidad semejante. No hay palabras para explicar la conmoción de un país entero ante el sesgo gratuito de la vida más valiosa que pueda haber, la de un niño tan dulce, tan pequeño y tan libre como tu hijo.

Patricia, fuerza, estamos contigo. Gracias por enseñarnos tanto. Gabriel, descansa en paz pececillo. Siempre te recordaremos.