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Actualizado: 08 abr 2017 / 12:21 h.
  • Vámonos, valiente

Viernes de Dolores. Comienza hoy la semana de la tradición más profunda y leal, son los días de transmisión de costumbres arraigadas en el alma. Son también recuerdos que te ponen los vellos de punta nada más pensar en los momentos ya pasados, en los que con tus padres sentías la llegada de la semana de pasión.

Las vivencias compartidas y transmitidas de padres e hijos, son las emociones del corazón.

El corazón, el comienzo y el fin de todo. Ese primer latido que te despierta a la vida y te inunda de sensaciones, de sentimientos, de alegrías y tristezas. Ese último bombeo del órgano que hace que tu mundo se apague y toque inesperadamente despedirse.

El corazón de mi madre perdió su pulso hace pocos días y ella consciente en esos terribles momentos de que se despedía de la vida, decidió valiente, de la mano siempre de su Virgen María, que ese no era el momento. El corazón de mi madre volvió impulsado por una fuerza de fe infinita a bombear sangre a todos los rincones de su organismo y volvió a dar vida no sólo a su cuerpo, sino a todos sus hijos y a mi padre.

Hoy es Viernes Dolores, hoy es la semana de pasión, son los momentos de la familia, son los días de las túnicas preparadas y planchadas en sus perchas, son los paseos cogidos de la mano de tu hijo en busca de tu Hermandad por las calles de la ciudad entre la bulla, son las horas sin fin y que no terminen nunca, de ir forjando recuerdos que cuando quieras darte cuenta estarán fijados para siempre y ocupando un lugar muy especial y único en tu corazón.

Mi madre ha vuelto hoy a casa, acompañada de su Virgencita que siempre vela por ella, restablecida, con un corazón aún débil pero que tiene la fuerza necesaria para volver a empezar. Para comenzar a sentir de nuevo, en familia, envuelta en amor.

Pues sí, ya es Viernes de Dolores, hoy comienza todo...ya sentimos que estamos vivos, ya late nuestro corazón de forma diferente, ya recordamos a nuestros padres en otras épocas cuando nos ayudaban a pedir cera a los nazarenos con sus cirios, ya nos sale esa sonrisa tierna al mirar a nuestros hijos y saber que estos momentos que compartimos no volverán y por ello los disfrutamos con intensidad.

Qué regalo más preciado, tan único, nuestro corazón funciona. Y yo quiero tener un recuerdo para todos los que luchan por aferrarse a este mundo. En estos días cuando me encuentre en cualquier calle de Sevilla, frente a Él o delante de Ella, pediré por los corazones que necesitan recomponerse, por los corazones rotos, por los corazones solitarios, por los corazones perdidos, para que encuentren el camino hacia su luz, para que vuelvan a casa. Deseo en esta Semana Santa que mi recuerdo al escuchar esa marcha que te despierta una tormenta de sentimientos indescriptibles sea para los que ya no están a mi lado y me ensañaron a caminar por las callejuelas de la ciudad para encontrar a mi Virgen o a mi Cristo...esas caminatas con los abuelos.

Tengo el privilegio de volver otro año más, a ser parte del gran equipo técnico y humano de El Correo de Andalucía TV que va a retransmitir la Semana Santa de Sevilla al mundo. Mi labor, la coordinación de producción en un directo casi constante durante todos los días que sumarán más de 110 horas cuando finalice la semana. Espectacular e histórica será la retransmisión ya que seremos la única cadena de televisión que ofrecerá la salida y la entrada de La Macarena desde su Templo, desde la Basílica, así como tendremos la exclusiva de las imágenes desde La Campana. Mi compañero Víctor García-Rayo, conductor como ya saben, de toda esta faraónica retransmisión, ha sido pieza clave a la hora de escribir estas palabras. Le confesaba yo que me encontraba aturdida y temerosa en estos días por la situación que he compartido a corazón abierto con todos vosotros, y que no tenía claro sobre qué escribir en mi contraportada del viernes. Él sin dudar me dijo: «Comparte tus sentimientos y emociones. El corazón de tu madre en realidad es la historia de cualquier familia y más en aún al coincidir en el comienzo de nuestra semana de pasión».

Hoy es Viernes de Dolores. Llenen todos ustedes con una gran bocanada de aire el pecho, sentirán como el corazón lleno de vida late con alegría y pasión porque es sabedor de que tiene por delante los días más conmovedores del año. Y dejen brotar esa lágrima que no es posible controlar y que refleja la emoción a raudales.

Mamá esta vez va por ti. Vámonos valiente.