‘La ajusticiada’ del Salón

Los restos de una mujer, supuestamente ajusticiada, aparecidos en 2003 en las excavaciones de la Plaza de España se exponen en el museo municipal

02 oct 2015 / 20:29 h - Actualizado: 02 oct 2015 / 20:33 h.
  • Jane E. Buikstra, la experta que abrió el congreso e inventora del término ‘paleopatología’, contempla el cráneo de ‘la ajusticiada’. / M.R.
    Jane E. Buikstra, la experta que abrió el congreso e inventora del término ‘paleopatología’, contempla el cráneo de ‘la ajusticiada’. / M.R.

Los restos de una mujer presuntamente ajusticiada en la Écija medieval son la pieza estrella de la exposición que complementa el XIII Congreso Nacional de Paleopatología que se celebra hasta el mañana domingo en Écija. El hallazgo ha sido restaurado y puesto a punto para la muestra, que se puede visitar en la sala de las caballerizas del Palacio de Benamejí, sede del Museo Histórico Municipal, junto con una veintena de piezas patológicas más de restos de excavaciones de toda España y de casi todas las épocas históricas.

Parte de la colección antropológica desenterrada en la Plaza de España, el Salón, durante las excavaciones arqueológicas previas a la construcción del aparcamiento subterráneo, se muestra en el centro de esta sala del museo. Debidamente colocados en vitrinas se exponen casos patológicos diversos, con infecciones como lepra, fiebre de malta, patologías dentales y expresiones de alteraciones nutricionales y anemias.

Como pieza estrella, la ajusticiada, un individuo femenino hallado en 2003 en la misma histórica plaza y que se relaciona en el estado actual de las investigaciones con la ubicación del Rollo de Écija en el mismo lugar. Fue desenterrada en la necrópolis islámica hallada en El Salón de Écija y, según los expertos, puede tratarse del primer caso de ajusticiamiento documentado en la península. Los restos aparecían enterrados sin seguir ningún ritual funerario. La mujer estaba en cuclillas, con las extremidades inferiores levantadas en flexión, con indicios de fuego en los huesos apreciables en el cráneo expuesto en el Museo.

En la zona cervical del cadáver, que pertenece a una mujer de entre 20 y 25 años, se aprecian restos de una cuerda ceñida a la zona exterior del cuello y otros restos a los lados en los que puede verse incluso el trenzado de la soga. El antebrazo del cadáver presenta una posición muy forzada en acentuada flexión con la mano junto a la mandíbula, y se advierte cómo el dedo pulgar se desliza entre la cuerda y el borde inferior de la mandíbula.

Las anómalas circunstancias del enterramiento, la posición de la cuerda y la forma en que es separada del lado izquierdo del cuello parecen evidenciar un caso de ajusticiamiento, probablemente un auto de fe, según algunos expertos, aunque ninguno se atreve a confirmar cómo pudo morir la ajusticiada.

Los restos documentados en la plaza ecijana reúnen las características arqueológicas y antropológicas especiales al combinar el mayor cementerio islámico de Europa, de donde se extrajeron 5.000 enterramientos, y unos restos romanos en los que destacan la natatio romana y esculturas de gran valor como la Amazona Herida.