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Actualizado: 22 feb 2018 / 18:03 h.
  • «Que Torreblanca presida el Viacrucis ha sido un acierto»
    El arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, en el plató del programa ‘Lo Hablamos’ de El Correo de Andalucía Televisión. / Jesús Barrera

Solo unas horas después de que el Señor Cautivo de Torreblanca presidiera el Viacrucis del primer lunes de Cuaresma, el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, aseguraba que la elección de esta imagen fue «un acierto», a la vez que mostró su «alegría» porque «una hermandad de la periferia haya podido venir a la Catedral». Unas palabras que pronunciaba en la entrevista que concedió este miércoles al programa Lo Hablamos de El Correo Televisión y en las que afirmó que «fue un acto entrañable y de mucha religiosidad» del que quedó «satisfecho y contento». Incluso por el hecho de haber visto a los vecinos del barrio «emocionados y hasta llorando».

Hechos como éste confirman, según el arzobispo, que «las hermandades de vísperas nos pueden edificar y enriquecer», porque en sus barrios «hay mucha devoción y mucha vida cristiana». Condicionantes con los que vivir una Cuaresma que «es tiempo de conversión, de cambio de mente y de criterio» y en la que «los actos que tienen menos que ver con la piedad podrían ser algo más mesurados». Así vive Asenjo estos días en su noveno año en Sevilla. Después de tanto tiempo asegura que ha conseguido hacerse «a las facetas peculiares de esta ciudad», de la que «casi nada» le extraña. Y eso que cuando aterrizó se quedó sorprendido ante «la extensión de la piedad popular», que en esta Archidiócesis «se sale de todos los parámetros imaginables». A pesar de ello, sí reconoce que la mayor «decepción», lo que le hace «sufrir», son «las quiebras de la comunión» en las cofradías. «Siempre hay cuatro o cinco con problemas de unidad y eso hace que mucha gente no se tome en serio a las hermandades», dijo.

Sin dejar de lado la actualidad cofrade, Asenjo aseguró que la visita del Gran Poder a «tres parroquias» de la periferia en el año 2020 debe «remover los cimientos espirituales», porque «los sencillos y los pobres también tienen derecho a que les anunciemos a Dios». Confesó que desearía que las nuevas medidas en materia de seguridad para esta Semana Santa «no fueran necesarias» y culpó de ello a «la inclinación al mal» que hay en la sociedad. También reconoció que sigue pensando que es más difícil arreglar la Madrugá que elegir al Papa, aunque dijo que será «el primero en alegrarse» si la solución adoptada para este año «da los mejores frutos».

En relación al arte y el patrimonio, y después de indicar que «hace falta ir a Salamanca a estudiar para saber que eso (el paño de la Verónica de la hermandad del Valle de este año) es la cara del Señor», Asenjo se mostró satisfecho por «el éxito» de las visitas a los salones nobles del Palacio Arzobispal. «Nadie debe perderse el llamado despacho de invierno. Tiene una colección espléndida de obras de arte que permiten definirlo como nuestra Capilla Sixtina». También dijo estar «dispuesto» a colaborar con el proyecto municipal de establecer una ruta turística por iglesias y conventos de la ciudad. Aún así, aseguró no ser «absolutamente optimista» con el éxito de este «turismo alternativo». Hablando del gobierno municipal, se consideró «muy amigo» de Juan Espadas, con el que dijo no tener «diferencias sustanciales».

Asimismo, recriminó a la Junta de Andalucía que desde el año 2010 no haya colaborado «en absoluto» con la conservación del patrimonio de titularidad eclesial «a pesar de que existe un convenio firmado». Además, pidió «respeto» a los miembros de la plataforma contraria a las inmatriculaciones de la Iglesia, a los que les augura «poco recorrido». «Nosotros no hemos robado nada a nadie», dijo. Y confirmó que no abrirá el Patio de los Naranjos al público en el mismo modelo que el de la Mezquita-Catedral de Córdoba. «Pongo en duda que sea bueno. Vosotros tenéis más experiencia que yo en botellones y otras tantas cosas».

Sin redes sociales «ni interés» por tenerla, Asenjo criticó que haya quien «se escude en el anonimato para insultar y faltar al respeto». No serán, visto lo visto, el medio elegido para informar de su renuncia al cargo cuando, el 15 de octubre de 2020, alcance los 75 años. Para entonces sí espera que «el periodo de transición no se eternice» y volver a Sigüenza, su localidad de origen, «para escribir y disfrutar de la familia».