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Actualizado: 24 feb 2017 / 17:26 h.
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Bruselas nos avisa en su último informe de la realidad que tenemos en nuestro país. El informe económico de la comisión Europea, España 2017, sobre la prevención y corrección de los desequilibrios macroeconómicos, que evalúa la economía de España a la luz de la Encuesta Anual sobre el Crecimiento de la Comisión Europea, publicada el 16 de noviembre de 2016. Nos da un toque de atención sobre el exceso de las contrataciones temporales, e incluso habla de que se abusa de ellas, (de los países de la Unión Europea lideramos la proporción de mayor empleo temporal), incremento de las personas paradas de larga duración, debilidades en la cobertura social para las personas que están en situación de desempleo, y falta de coordinación entre la política social y las personas que están en situación de desempleo, incremento de la pobreza laboral, en general y sobre todo la infantil. Pone el foco también en la importante reducción del gasto en Investigación y Desarrollo.

Estas han sido las secuelas que nos ha dejado la crisis, pero las medidas que se han ido poniendo en marcha por parte del gobierno de España son insuficientes para atajar de manera rápida estos grandes problemas. No cabe ni el conformismo, ni mucho menos el triunfalismo, la realidad es esta, una cosa son las tendencias y otra es quien vive estas situaciones, hay que poner medidas, porque la situación de cara al futuro es preocupante, el desempleo sigue siendo muy alto, en especial entre las personas jóvenes y los menos cualificados. Aproximadamente más de la mitad de las personas desempleadas no se han incorporado al mercado laboral en un año y un gran número están retiradas y con unas barreras altas para su incorporación desde hace cuatro año. Las personas en situaciones de exclusión van en aumento.

La economía española según el informe ha experimentado una recuperación, apoyada en las exportaciones, se ha creado empleo desde el año 2015, y el desempleo ha estado cayendo rápidamente, pero sigue siendo muy alto, y la pobreza y la desigualdad de ingresos se encuentran entre las más altas de la Unión Europea. Factores como los bajos precios del petróleo y una mejoría en las condiciones de financiación ha impulsado el gasto de los consumidores, además de que el sector de la construcción, uno de los más castigados por la crisis, está recuperando su inversión, pero este año 2017, no se espera igual que el año 2016, los precios del petróleo suben y el saldo de las exportaciones podría no ser tan bueno, lo que indudablemente afectará al consumo y a la creación del empleo.

El desempleo, en especial el de la larga duración y la segmentación del mercado de trabajo, junto con el envejecimiento y el declive de la población, así como las lagunas en la política de educación, contribuyen al bajo crecimiento, al descenso de la empleabilidad y productividad y a tener uno de los niveles más altos de desigualdad de la Unión europea. Esta es la realidad que tenemos en España, no sólo son tendencias, son vivencias de muchas personas.