Hoy es de nuevo día de reencuentros en el viejo barrio. Al igual que hace unos meses el Rey de Triana volvió a su casa de la calle Pureza tras su restauración, hoy la Reina de Triana, curiosamente del mismo autor Castillo Lastrucci, llega a Evangelista en su altar portátil de terciopelo verde y bordados en oro, deseando encontrarse con sus hijos tras un tiempo de exilio. La impresionante y minuciosa restauración ha sido realizada en el taller de Luis Miguel Garduño con el seguimiento del IAPH, rescatándose la maravillosa obra que diseñara Ignacio Gómez Millán y realizada en el Taller de Victoria Cano. La Virgen, cariñosamente llamada “La chiquitita”, ha sido restaurada por la doctora en bellas artes Fuensanta de la Paz y el catedrático Antonio García Guerrero. Esta valiente y a su vez necesaria acción de mantenimiento se ha realizado bajo el mandato de José Román que con su junta de gobierno están haciendo que la Hermandad del Rocío de Triana pase por uno de los mejores momentos de las últimas décadas. Así que ya está todo preparado para que el jueves se realice el anual traslado a la Parroquia de Santa Ana para celebrar la novena. También este traslado tendrá un carácter especial, ya que al haber obras por el lugar habitual de paso, en esta ocasión se realizará por San Jacinto y Pureza. Esto ya es inminente y las novenas en todos los lugares se irán sucediendo hasta ese día grande de salida donde la Estrella Polar que es la Patrona de Almonte nos lleve por las arenas hasta su reja. Hazme un favor, sé feliz.