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Actualizado: 22 feb 2018 / 23:42 h.
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  • ¡Buenos días!

La hermandad del Amor sigue ilustrando este año de efemérides. La archicofradía que celebra los 400 años de la fusión de la Borriquita con el Amor y del encargo de sus imágenes a Juan de Mesa, nos presentó un magnífico cartel, obra de José Tomas Pérez Indiano, y hasta hace unos días nos deleitó con una muy cuidada exposición en el Ayuntamiento. Hoy, en la iglesia colegial del Divino Salvador, el joven pero madurado compositor David Hurtado Torres estrenará la marcha El Amor crucificado, encargada por la corporación para este acontecimiento, e interpretada por la banda de música María Santísima de la Victoria. David, considerado como uno de los últimos genios de la composición cofrade, es autor de marchas tan reconocidas como Victoria, Soleá de Triana, Salvación, A la derecha del Padre o Como tú ninguna. Es muy complicado explicar con palabras lo que escriben las notas en El Amor crucificado. Tras escucharla y cerrar los ojos el corazón se me planta en una oscura Plaza del Salvador en la que el camino de los cirios y ruan van hasta la dorada canastilla del Crucificado. Sólo la voz del capataz, unos candelabros que apenas alcanzan a iluminar las piernas del Señor y una ráfaga de flashes que van dejando estampas añejas en la memoria. Una concepción musical con una armonía digna de un genio que, de ser interpretada por una sinfónica, bien podría poner en pie al mismo Concertgebouw de Ámsterdam. Como dijo Igor Stravinski, «oigo lo que veo y veo lo que oigo». Hazme un favor, sé feliz.