En el Ayuntamiento de Jaén la han liado con una desafortunada campaña para prevenir a los ciudadanos sobre el peligro de los flamencos en la Feria de San Lucas. Stop Flamencos, este es el eslogan. Quiero entender que no previenen sobre los artistas flamencos, sino sobre esos que se toman tres copas y se ponen flamencos o farrucos, que viene a ser lo mismo. Gente valiente, echada para adelante, brava. En el siglo XIX, flamencos eran los gitanos, y todavía hay lugares de Andalucía donde se les llama de esta manera, sobre todo en la parte de Cádiz. También había un cuchillo llamado flamenco, una especie de faca muy particular que manejaban los bandoleros. La expresión «míralo, qué flamenco», se sigue utilizando aún, cuando alguien va vestido de una manera muy andaluza. Lo de la campaña del Ayuntamiento de Jaén es sorprendente y le han dado la del tigre, porque a estas alturas y con lo que el flamenco significa para nuestra tierra, lo cierto es que hay que tener cuidado con estas cosas. Que pase en una ciudad del norte, vale, pero en una ciudad de Andalucía...