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Actualizado: 14 ago 2018 / 17:57 h.
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Que España es un país de artistas y de Arte, mucho, no me queda ninguna duda, sólo hay que mirar dentro de una pinacoteca, de cualquier punto del mundo, para ver que no faltan, entre otros, sevillanos ilustres como Velázquez o Murillo.

Pero lo que no es tolerable es que el vandalismo atente contra el Patrimonio de nuestras ciudades, me refiero –pasados ya unos días- al hecho de que un descerebrado andante, un elemento no pensante cual zombi pasea por este mundo, con un rotulador en la mano, sea capaz de pintarrajear una figura del Pórtico de las Platerías en Santiago de Compostela, cuando unos van haciendo el Camino otros van haciendo el vándalo.

Para unos no deja de ser una gamberrada de un amante de “Kiss” para otros un salvaje, en cualquiera de los casos se debe proteger más nuestras obras de arte, de turistas o nativos, entendiéndose que es parte de la Historia y que atentar contra ella va contra nuestra cultura.

Imagínese que en la Catedral se salta un paranormal de sujetos armados con un rotulador y se ponen a pintar una figura con coloretes y un clavel, o peineta, por ser amantes de la música de María del Monte o de María Jiménez... Impensable, un escándalo indignante, ¿o no?

Hay que evitar y poner medios, las cámaras de vigilancia están bien y nos acercan cada vez más a esa triste libertad vigilada en la que vivimos, pero sobre todo es una cuestión de formación, de educación, de ir construyendo en la juventud los valores y el concepto necesario para saber preservar aquello que es parte de nuestra cultura.

Leo mucho, y entre líneas, sobre las concesiones del Gobierno hacia sus socios propiciadores del poder, en muchos casos favoreciendo, subterfugiamente, el independentismo y otras aberraciones pero poco sobre Salud, Trabajo o Cultura... ¡Baja el paro!, dicen: no nos engañemos, en esta época del año siempre lo hace, a ver luego. No se apunten medallitas y pongan medios, prevenir antes que lamentar, formar antes que castigar.