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Actualizado: 20 abr 2018 / 23:09 h.
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Más de uno se busca en los bolsillos y lo único que encuentra son guitas de botellas de manzanilla. No hay más. Y es que, esta primavera nos está dejando secos, muy secos. Siempre ocurre lo mismo y todos los años nos prometemos que no pasará más pero es parte de la intensidad con la que Sevilla se toma sus cosas. Prepárense porque a partir de mañana nos tocará vivir: la cuesta de mayo.

Atrás quedó eso de que los meses de enero o septiembre son difíciles para la economía sevillana. Este año, eso será agua de borraja para lo que nos espera en las próximas semanas, con una Semana Santa casi plena y una feria en la que la lluvia solo ha hecho acto de presencia un día y de forma muy tímida.

Siempre pedimos buen tiempo para nuestras fiestas pero eso tiene sus daños colaterales y es que salimos más y, por lo tanto, la cartera se vacía antes. Mientras gastamos no pensamos mucho en lo que vendrá después. Eso lo dejamos para el domingo de resaca.

En Pascual Márquez, 141, ha estado perenne, durante toda la feria, Patricia. «No quiero ni pensar lo que he gastado. El lunes echaré cuentas». Excepto el jueves, ha ido a la feria a diario –también pisará el albero del Real hoy, sábado–, junto a su marido y sus dos hijas. «Seguro que hemos gastado cerca de 1.500 euros». Y como Patricia se conoce y no quiere pasar demasiados apuros una vez pase la fiesta «ahorramos para vivir la feria, sin preocupaciones, durante unos tres meses». Es una solución a tener en cuenta si no quieres pasarte todo el mes de mayo comiendo «sopita de avecren», no cuenta Julio, otro de los socios de Pascual Márquez, 141.

Casa sevillano gasta de media unos 800 euros en la feria. Si a eso le sumamos que hace menos de un mes fue Semana Santa y que se gastó otro pico el resultado es que, para muchos, el mes de mayo se antoja complicado. Si eres rociero, la cosa pasa de castaño a oscuro y, entonces, la cuesta se traslada a junio, con un verano a las puertas. Eso ya son palabras mayores. «Es cuestión de plantearlo con antelación. Si sabes que gastas en Semana Santa, Feria y que también vas a El Rocío tienes que planificarte y ahorrar. De otra forma, si tienes un sueldo medio, es imposible», nos aclara Pedro, hermano de La O, feriante y peregrino rociero con la hermandad de Triana.

Dice el dicho popular que lo que no son cuentas, son cuentos y algunos sevillanos están ahora en esa tesitura, debatiéndose entre las cuentas y los cuentos. Sea como sea, lo cierto es que una nueva feria de abril está a punto de quedar a nuestras espaldas, una feria en la que hemos vuelto a tener la oportunidad de disfrutar y compartir – «lo más importante es gastar lo que tienes con tu gente» – y, aunque ahora vengan semanas complicadas, como diría aquel: Que nos quiten lo bailao.

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